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Jueves 05 de julio 2012

España y su selección de fútbol

Por: Francisco J. Peinado
España y su selección de fútbol
Foto: cadenaser.com

Hubo un tiempo lejano, muy lejano, en el que por suerte para unos y desgracia para otros, en España no se ponía el sol. Pero tenían problemas, y muchos. No de primas, ni riesgos, ni activos tóxicos, pero sí de religiones, odios y alianzas, en demasía interesadas. En esta España de todos, de banderas al viento y gritos abrazados, cuando España coge el balón y empieza a sonar la filarmónica del fútbol, consigue que se ponga el sol un par de veces y que no huela la pelota el contrario.

Son unos aburre futbolistas; tocan y tocan y se esfuman problemas, se deslizan las crisis, se difuminan banqueros y se evaporan copagos. Empieza Xavi con su batuta, Iniesta con el violín, Alonso en la trompeta, Busquets y el tambor, Silva y la armónica, Fábregas tocando el xilófono. Piqué al contrabajo, Ramos con el arpa, Alba y su flauta, Arbeloa al timbal. Y, por supuesto, el capitán, el gran capitán, Iker Casillas, ejemplo de persona y deportista, con su piano, el hombre tranquilo que transmite relajación, ese que nunca está pero siempre aparece.

Una vez conocí a un gran hombre de esa estirpe, don César Crespi, precisamente italiano, de corazón deportivo dividido. Un gran señor. Un ejemplo a seguir. Elegante en sus formas y contundente en sus maneras. Aparente y francamente sencillo, exquisitamente complejo al detalle.

Gente como él, como nuestro capitán, son y deben ser los iconos, nuestros espíritus de lucha y los moldes que imitar. Para abandonar el lado oscuro de la economía, limpiemos, como ellos, nuestras almas. No pensemos qué puede hacer España por nosotros, sino lo que podemos hacer por ella. Y por nosotros.

Nota publicada en diariojaen.es

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