Paros de transportes

Cuando fui viceministro de Transportes en el año 2001 me tocó enfrentar cinco paros de transportistas. Todos liderados por los dirigentes Omar Calderón y Manuel Odiana. ¿Por qué se rebelaron contra el MTC? Pues no querían que se reglamentara el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT).

A pesar de los paros -uno de ellos fue el mismo día que el Arequipazo acontecido durante el gobierno de Toledo como consecuencia del frustrado intento de privatizar EGASA y EGESUR- la reglamentación del SOAT era una medida indispensable para atender a los heridos en los accidentes de tránsito. Al final se logró la reglamentación.

¿Y cuál era la razón de la protesta? Muy simple, el SOAT era más caro que los seguros anteriores que no funcionaban cuando la gente los necesitaba tras un accidente. Los dirigentes organizaron la protesta para afianzar su liderazgo sacando los peores sentimientos de egoísmo e indiferencia de los transportistas para violentarlos contra la autoridad, y perdieron. Al final les ganamos la disputa. El SOAT es hoy una realidad y la historia demostró la importancia de su reglamentación oportuna.

Hoy día ocurre lo mismo. Omar Calderón y Julio Rau- Rau están empeñados en evitar que se produzca la licitación de las principales rutas de Lima, las que forman parte de los corredores complementarios. Eso a pesar de que las rutas actuales también fueron entregadas a través de una licitación. La reorganización de las rutas es fundamental, los transportistas pierden 11 millones de soles diarios por el exceso de superposición. Los pasajeros pierden mucho más por la congestión.

La Municipalidad de Lima no puede dar estabilidad jurídica a las rutas tal y como están. 580 rutas, con 425 empresas y 28 niveles de superposición promedio es el legado del exalcalde Castañeda que no se puede mantener. Así como tampoco podemos mantener el sistema comisionista afiliador. Necesitamos Consorcios Operadores, rutas más cortas y más rentables, respeto a las frecuencias y los operadores, propietariosaccionistas y trabajadores en planilla.

Contra este nuevo sistema es que se rebelan Calderón y RauRau, sacando nuevamente los peores sentimientos de un sector de transportistas. Para azuzar a los choferes han utilizado como pretexto la tabla de sanciones y han inventado que las infracciones han subido. El tiempo permitirá demostrar que las 11 principales infracciones se han reducido entre 33% y 67%. Y estas sanciones son el 80% de la recaudación de la Municipalidad de Lima el 2011. Por eso está claro que la verdadera razón de su protesta es que quieren seguir ganando plata sobre la base del desorden y del caos. Le queda ahora a la Municipalidad la importante responsabilidad de explicarle a cada chofer que la mayoría de sanciones se ha reducido y solo se han incrementado las infracciones que nadie debe cometer. Corretearse, conducir sin brevete, conducir borracho, bajar a las ancianas con el carro en movimiento, tener pasajeros con medio cuerpo fuera del vehículo y no tener SOAT. La batalla definitiva se jugará en la mente y la conciencia de cada chofer. Los demás estamentos del transporte ya están plenamente comprometidos con la reforma.

Publicado el 06 de julio de 2012 en el Diario 16.