Niños del Vraem

Ojalá reparen las ONG de derechos humanos, cuyos directivos son de la zurda ideológica, sobre el gran despliegue que suelen hacer para perseguir a los institutos de la Policía y de las Fuerzas Armadas, incluso algunos de sus voceros han llegado hasta pedir su extinción, máxime cuando nunca hicieron similar esfuerzo para defender a los niños cautivos del terrorismo senderista en nuestro país. ¿Será acaso porque de los menores no sacarán dividendos económicos, ya sea a través de honorarios o reparaciones civiles?

Hoy, debemos felicitar al Gobierno y la Policía Nacional por el gran trabajo humanitario que han concretado en el rescate de 11 niños secuestrados y violados en los más elementales derechos humanos por los subversivos, quienes cobardemente se agazapan en el monte y la selva para adoctrinarlos y prepararlos en el uso de armas, con el objetivo de ponerlos como carne de cañón frente al Estado peruano. Esto no tiene nombre y la ley deberá ser implacable para castigar a terroristas como “Jorge”, y a otros diez subversivos capturados junto a él en un campamento de San Martín de Pangoa, en Ayacucho.

En este contexto, no es aceptable pues que las ONG sólo emitan esporádicamente comunicados tibios, por el simple hecho de cumplir, frente a este tipo de violaciones de los derechos humanos por parte de los rezagos terroristas, mientras que utilizan todas sus fuerzas para atacar al Estado peruano en tribunales como los de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Es evidente que las ONG de izquierda actúan con gran fanatismo y convicción cuando se trata de perseguir a policías y militares, pero no se les ve muy sinceras cuando se trata de condenar el secuestro de niños. A ver si organizan seminarios y conferencias para denunciar a los subversivos, con el mismo énfasis como cuando Aprodeh defendió en el seno del parlamento europeo al MRTA.

Por otro lado, se debe destacar la palabra del presidente Ollanta Humala cuando llama la atención en el sentido que “lo importante es denunciar el modus operandi de los terroristas que han venido secuestrando niños con dos objetivos: adoctrinamiento y asegurar la colaboración forzosa de la población rural mediante la extorsión”.

Además, el jefe de Estado señala que este tipo de secuestros se ha venido haciendo desde la captura de Guzmán en 1992 y que el Estado se durmió en sus laureles y permitió esta situación. En suma, a rescatar más niños tal como se ha hecho en el Vraem, con inteligencia operativa y con el uso de tecnología aplicada a la acción policial y militar (Con información del diario Expreso).