¿Embajada o trinchera?

La prensa nos trae la noticia de que “Desde la Embajada de Ecuador Assange se lanza contra Siria”, y cita declaraciones de Julian Assange. Estas declaraciones las lanza desde el local de la Embajada del Ecuador en Londres, donde goza al momento de la protección de hecho de la Embajada, es decir, del Gobierno del Ecuador. Esto constituiría un abuso de la protección que se le ha otorgado, si es que su acción la ha realizado sin el conocimiento de la Embajada. Si el Gobierno de nuestro país no lo desautoriza, querría decir que lo consiente, lo cual lo convertiría en cómplice de estas nuevas acciones de piratería informática. La protección de hecho que actualmente se le ha concedido, y el posible asilo que se analiza, es por actos anteriores, concretamente por las acciones judiciales de dos mujeres que en Suecia lo acusan de violación; pero lo que Assange anuncia ahora, son nuevas revelaciones sobre correspondencia del Gobierno sirio y de sus enemigos. Un asilo se concede por hechos anteriores a la solicitud de asilo; el dar autorización, conceder facilidades para la ejecución de nuevos actos ilegales, convierte a quien autoriza y concede facilidades en cómplice, simple y llanamente. La autorización expresa o tácita del Gobierno del Ecuador implicaría el otorgamiento de una patente de corso para que Assange realice sus acciones de corsario, de pirata informático; y significaría, también, que el local de la Embajada, que es territorio ecuatoriano, estaría convertido en trinchera que le garantiza impunidad. En más de una ocasión, el presidente Correa ha reconocido que el robo de documentos del Gobierno de los Estados Unidos fue una acción ilegal. Las revelaciones que Assange anuncia que va a hacer en relación a Siria, tienen el mismo carácter que las hechas con los documentos reservados de Estados Unidos. No hace falta, pues, demostrar nada: el propio presidente afirma que son actos ilegales. Así, dijimos anteriormente, el Gobierno ecuatoriano está consagrando la doctrina de: ¡Viva la ilegalidad!

Assange dice temer que de Suecia pueda ser extraditado a Estados Unidos. Hay que recordar que este es un Estado neutral, que mantuvo esa condición durante las dos guerras mundiales, y la mantiene hasta el día de hoy. Su sistema judicial, al igual que el de Gran Bretaña, es uno de los más admirados del mundo por su probidad, su independencia.

Las revelaciones que anuncia Assange pueden comprometer el delicado proceso de las negociaciones de paz en Siria. El Ecuador puede convertirse en corresponsable de su eventual fracaso. Tal vez nuestros gobernantes quieran adquirir fama en este proceso, pero hay que recordarles que la fama puede ser buena, pero también mala, como en este caso. Esa sería decisión de ellos en cuanto a su fama personal, pero en este caso compromete el prestigio de toda la nación. Tal vez, en sus mentes calenturientas, piensan que están siguiendo los pasos del Quijote, pero hay que recordarles que el Quijote era loco; es irresponsable lanzarlo al Ecuador a estrellarse contra los molinos de viento. Un Estado tiene que actuar con sabiduría, con prudencia, no con locura. (El Uinverso)