Miércoles 01 de mayo 2024 | Contáctenos
El transformismo del gobierno Humalista, que cambia con una velocidad sorprendente, significará un nuevo escenario para las megainversiones: gasoducto sur y modernización de refinería Talara. Y no porque desde la Casa de Pizarro siquiera hayan pensado darle otro giro a estos proyectos, que los necesitan a gritos, sino porque la correlación de fuerzas con los poderes fácticos también variará muy rápidamente, trayendo consigo que los tolerantes de ayer se conviertan en los duros críticos de hoy.
Antes que nada hay que explicar la metamorfosis gubernamental, para entender lo que se viene, que es la única manera de plantear estrategias para enfrentar la coyuntura política que se nos pone por delante.
El Humala antisistema de primera vuelta electoral, en el ejercicio del poder se convirtió en la pareja presidencial Heredia-Humala, el orden de aparición de los nombres está en relación directa con el centro de toma de decisiones, primer gran cambio. La pareja ya ungida, pasa a ser conversa a los credos liberales, para todos efectos prácticos, pero con un primer ministro como Salomón Lerner, cuya labor era que el aterrizaje del discurso radical se convirtiese en música celestial para los empresarios. Lo consiguió, pero no pudo con la valla alta puesta por los mineros y su agenda y tuvo que marcharse, siendo relevado por Oscar Valdés.
El militar retirado se convirtió en el aliado perfecto de la derecha para imponerse a la fuerza de los golpes, lacrimógenas, balas de goma y las de plomo también. Sin embargo la pareja no decidió acompañarlo, pues tiene aún sentimientos encontrados y fueron un freno a los ímpetus del premier, “solo le han permitido 12 muertos”.
Ahora que los guarismos de las encuestas lo han puesto en 40% de aprobación en menos de un año, se han dado cuenta que tiene que dejar de lado a los mineros y retornar a la era Lerner con sus aliados de la izquierda intelectual de café, que se ha presentado como la única opción capaz de revertir la situación, lo cual es una falacia. Ese es el momento actual.
Los empresarios mineros, principalmente los capitostes locales e internacionales de Yanacocha, los titulares de esa gran piedra en el zapato llamada Conga, se deben sentir defraudados, hicieron sus esfuerzos con la pantomima de los peritos y los trabajos de las nuevas lagunas, han seguido con obsecuencia su vorágine, mientras que la pareja gobernante ha reculado, felonía completa. Un año y muchos millones de dólares perdidos, señal inequívoca que no tienen razones para ser tolerantes como antes.
Con lo dicho resulta obvio y hasta legítimo el comportamiento previsible de los poderes fácticos: no tienen razones para dejar pasar por alto todo aquello que son defectos en la gestión y si enumeramos los puntos, fácilmente hacemos una lista de lavandería extensa.
Los temas que ahora van a ser de materia de cuestionamiento implacable los cito: se ha elegido un mandatario y no una sociedad conyugal, con lo cual los mimos a Nadine van a pasar a las críticas ácidas, de las cuales Eliane Karp, esposa de Alejandro Toledo, puede darnos una buena conferencia extensa; el asesor presidencial Adrián Villafuerte, aspirante a Montesinos, va ser blanco de una tomografía con exhibición pública de los resultados; los mediocres ministros del interior y defensa, hombres de confianza de la pareja, los señores: Wilver Calle y José Urquizo, con carencias por doquier van a convertirse en la piñata de los medios y ante situación difícil en la que se afronte como, ahora con la sofisticada técnica de la avestruz y tweets no va ser tolerada a los inquilinos de la casa más importante de la Plaza Mayor de Lima.
Mención aparte merecen los megaproyectos. Para empezar los medios ya empezaron a fustigar y con toda razón, el dispendioso, con cargo al tesoro público, proyecto gasoducto sur. Esto llevará a la obligación de la pareja de ir al Cusco a explicarles a los grupos sociales que lo más conveniente no será tender un tubo, sino llevar el energético en otras modalidades, que es lo correcto y que al estado no tiene por qué costarle nada. Por esto, la relación con la propietaria de la empresa concesionaria Kuntur, la conocida Odebretech, no va ser de las mejores.
Para finalizar, el proyecto de Talara, va tener más problemas aún, pues es necesario hacerlo por el bien de la política a largo plazo que se espera dar al precio de los combustibles. Sin embargo los contratistas, sus proveedores y subcontratistas locales tendrán que ajustarse el cinto, la perforación de un agujero más, para que quede bien ceñido, será más que necesario. Para el arribo a cifras razonable se requerirá pericia de cirujano cardiovascular de niños, además de piel dura, pues todo el neoliberalismo se irá al cuello a todo aquel que se mueva en la dirección de lo que se ha venido haciendo hasta ahora.
Bienvenidos sean todos los interesados a este segundo año del Humalismo en el poder, donde la característica será la práctica en tres turnos continuados del “bullying” al gobierno y todo aquel que quiera ser aliado, proveedor, constructor o socio estratégico.
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