Semana española para el olvido

La conjunción de todos los males dirán los astrólogos, que tiene relación con el alineamiento de planetas y satélites, ocurrida en mayo pasado. Los pragmáticos, me cuento en sus filas, seremos enfáticos afirmando que si a noticias económicas se refieren, no hay ninguna razón celestial, sino terrena y humana, fruto del manejo irresponsable de las cuentas públicas, que en algún momento explota.

Lo reseñado es lo que ha ocurrido la semana pasada en la España gobernada por el Partido Popular, con Mariano Rajoy  a la cabeza; heredera de los excesos del desmanejo de dos mandatos del Partido Socialista Obrero Español, donde los ibéricos creyeron en la sociedad de bienestar, sinónimo de baja laboriosidad; de la farra del crédito fácil y de la obra pública que espera que en el largo plazo tendrá la demanda que permita pagar las inversiones y que corren a cuenta de un supuesto estado boyante. Canción que nos comienza a sonar familiar, con la excepción que confirma la regla, porque el bienestar ha sido y es de una minoría.

Lo sucedido, es para no querer recordarlo por largos años: caída del índice bursátil en 5.8%; bonos soberanos a los que el mercado les exige un interés del 7%; prima de riesgo de 612 puntos básicos, mayor que la  italiana, que ya es bastante decir, después del paso de “Il Cavalieri”, Silvio Berlusconi; peor no se pudieron imaginar. Acumulación de pésimas noticias en la macro, que se suma a los ajustes que vive el ciudadano de a pie, pues yo quedan pocos en coche y que ha llevado al Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a curarse en salud, anunciando que por lo menos tendrán un año más de recesión.

Para nuestros intereses de país estas noticias no son auspiciosas, pues España pone en situación difícil a los países de la Unión Europea y ésta a China, que hoy es uno de nuestros principales socios comerciales. La probabilidad que nuestras exportaciones sigan cayendo es alta. Clarinada de alerta, si se quiere hacer política contracíclica, que se haga con responsabilidad. Ajusten las cifras del proyecto Talara y decida con celeridad y transparencia, que puede sumar en positivo a una economía que empieza a complicarse. El análisis riguroso de las cifras de inversión, es un tema que tenemos obligación de discutir.