Cambio de guardia, cantado por el comandante en retiro, asumido sin dudas ni murmuraciones, todo hace indicar que la orden vino de la presidenta en ejercicio, el tiempo lo dirá; por el momento lo importante es tratar de predecir el comportamiento futuro del nuevo gabinete, tema de interés de los agentes económicos.
Una idea fuerza es indiscutible, dejo la agenda minera y asume una judicial; desecha halcones y recoge palomas. En buen romance, suplica tregua a los levantiscos, cuya lectura política es veloz y ya dieron muestras que radicalizarán el discurso por lo menos, se sienten ganadores.
Para que los abonados a perpetuidad en los palcos del circo romano queden satisfechos, hay que mostrar sangre. Para eso es más fácil hacerlo con el detenido, con el sentenciado, el procesado, el acusado y la autoridad judicial que se tome la liberalidad de proceder a discrepancia de los que se creen dueños de la verdad y que cuentan con los medios de comunicación, para convertir en verdad sus pareceres aunque no lo sean.
Eso es lo que se viene por causa natural, pues el político trata de inclinarse en su actuación por el sesgo cuyo oficio o profesión la vida le puso por delante y el primer ministro Jiménez, es abogado que ha estado en la vereda de la consejería burocrática o acusadora.
Mientras tanto el núcleo duro del manejo económico actual; que no es bueno, va de regular a malo; sigue encaramado y hasta se ha fortalecido con el ingreso de alguien del grupo en la cartera de agricultura, que se suma a la de trabajo; pero que tiene una fuerza enorme en las instituciones, como por ejemplo Sunat y Cofide.
Las otras cuotas de poder quedarán incólumes o se han incrementado como en el caso de los “nadinistas” que ahora copan casi la totalidad de ministerios: la mujer, educación, cultura, inclusión social, vivienda, ambiente, comercio exterior, producción y transporte y comunicaciones. De allí hay la certeza que ninguna idea innovadora saldrá o no existirá la celeridad en la actuación ejecutora, solo la cháchara anunciadora e inercia en la trama aburrida en la que estamos sumidos.
Un guiño se ha hecho al “toledismo”, con los ministros del interior y defensa; que no son hombres del sano y sagrado; pero tampoco los ve mal. En el caso de defensa, el coqueteo “vargallosiano” no ha estado ausente; el nuevo ministro, Pedro Cateriano, es un ex militante del efímero y fallido movimiento político del nóbel.
Por el lado de los poderes fácticos, que pasan ahora a ser minoría, Valdés era hombre de ellos; solo queda el ministro de energía y minas, de indudable filiación a los colores de la sociedad de los empresarios del tajo abierto y socavón.
En resumen, los que han sido pasados a la parte posterior de esta foto de familia son los representantes de los mineros y se ha puesto al lado de la pareja real al grupo de los justicieros.
Lástima que en un momento tan delicado para la economía mundial, que de todas maneras nos afectará, se seguirá en lo mismo, ofreciendo irresponsablemente endeudar al estado en proyectos como el gasoducto sur, de inutilidad absoluta o el proyecto de refinería Talara, que siendo necesario, no vemos voluntad de enmienda para ajustar costos, que es lo que se necesita.
Por más que haya la obsecuencia gubernamental de hacer los dos proyectos contra viento y marea, uno desechable y otro necesario pero aún dispendioso; los que hemos sido testigos y actores de los ajustes que fueron necesarios en los últimos veinte años, tenemos que alzar la voz y evitar las tropelías que se quieren cometer a nombre de un supuesto efecto multiplicador de la economía. Abundancia en el corto plazo para la carencia de largo plazo, mientras que los originadores de los despropósitos se van lejos a mirar el hundimiento de un país. No hay que permitirlo, los que creen que están en línea con esta idea tienen que salir al frente, será irresponsable no hacerlo.