PAN, PRI, PRD: Reflexión

Hay quien dice que es fácil no ser Gobierno, pero el serlo implica igual o más sacrificios, disciplina y sensibilidad política frente a la oposición; hoy en día, Morelos no puede entenderse sin partir, valorar ideologías y alternancias. Para comenzar a dar resultados, las palabras mágicas se llaman “acuerdos” y “respeto a la oposición”, estos no se decretan ni se mandatan, se construyen en el camino con capacidad, diálogo y talento político.

Vamos por partes, comencemos valorando los resultados del PAN Morelos; sin considerar su disminución en la geografía politíca, el mayor reto de acción nacional estará en: ¿Cómo le harán para recomponer la relación de liderazgos a su interior? Resulta inverosímil cómo después del mensaje de las urnas, en lugar de hacer una invitación a perdonarse y reagruparse para corregir errores que los llevaron a alejarse de la ciudadanía y reinventarse, lo primero que hicieron es abrir procesos de expulsión a “los traidores” (no era el momento para hacerlo, sin embargo, fueron muchos los panistas que le dieron la espalda al panismo morelense, pese a todo lo que le deben a su instituto); posteriormente decidieron abrir un proceso de renovación de la dirigencia estatal y postular a las mismas personas que llevaron al partido a la derrota. La gran pregunta que deben plantearse es: ¿Qué tanto están dispuestos a ser una oposición integrada por cuadros nuevos del panismo morelense (sin duda los hay); qué tanto están motivados a modernizar sus reglas internas y abrirse a la participación ciudadana o quedarse en el facilísmo de seguir siendo un partido de familias?

En cuanto al PRI Morelos, existen análisis generalizados del porqué se perdió, la votación en el estado fue muy buena, aunque el fantasma de la desunión e intereses cruzados influyeron para que no alcanzara para ganar la elección. La ciudadanía, en el 2009, prácticamente otorgó confianza plena para encabezar las alcaldías, diputaciones federales y la mayoría del Congreso Local, los excesos (de confianza; como oposición frente al Gobierno estatal y en malas administraciones de presidencias municipales) llevaron al costosísimo voto de castigo en contra del PRI; hoy, el mayúsculo trabajo que requiere el priísmo se llama regenerar confianza y plantear una oferta política distinta a las viejas usanzas, estilos y discursos; los cuadros tradicionales del priísmo morelense, digámoslo de manera sencilla, “ya no se quieren”, se ponen de acuerdo sólo para no perder su “status quo”, pero de ahí a que sea lo conveniente para la amplitud de un partido como lo es el PRI, es muy distinto; la incógnita es: ¿Qué cuadros generan respetabilidad dentro el priísmo? El razonamiento obliga a orientar al partido sanamente; hoy, el PRI Morelos se ubica en una posición nada sencilla de ser Gobierno en lo federal, pero oposición en lo estatal; cómo lograr una comunicación efectiva para un desempeño óptimo y eficaz de las políticas federales; asimismo, crítico y propositivo frente al nuevo gobierno estatal.

En cuanto al PRD, PT y Movimiento Ciudadano, de inicio, la primera prueba estará en modificar su discurso y asumirse en la responsabilidad de “ser” y “hacer” gobierno; ya no quedan en sus expresiones las descalificaciones y negativas automáticas al adversario político. Hoy tienen que demostrar capacidad de representar la infinidad de cargos tanto en los congresos, alcaldías y del gobierno estatal, siendo así, que no hay excusas para no concretar planes de gobierno y, lo más importante, dar resultados pronto, escuchando no solo una voz, sino la de todos los morelenses.

Nota publicada en diariodemorelos.com