Somos Responsables de Nuestra Felicidad

Hay un modo de ver y de vivir la vida muy diferente del que nos enseñaron. Hay un modo de vivir en el que no somos víctimas de lo que nos pasa, ni existe un Dios ni nadie que nos observe para juzgarnos y castigarnos. Hay un modo de vivir en el que somos LIBRES.

Libres, sí! Porque somos PODEROSOS. Porque creamos nuestra propia realidad y podemos elegir qué situaciones y de qué modo nos gustaría experimentar.

Quizás no nos lo enseñaron, es cierto, pero existe muchísima gente viviendo en este maravilloso y extenso mundo, que es una prueba viva de lo que digo. Para comenzar a probarlo en nosotros mismos el primer paso es: HACERNOS RESPONSABLES.

En el camino de hacer perfecta nuestra existencia es que crecemos, nos expandimos y cambiamos. En el proceso de crecer y aprender cada día a ser mejores y más felices… conquistamos el verdadero significado de la felicidad.  Si en cambio, nos negamos a cambiar, no crecemos. Y si no crecemos, continuamos sintiéndonos postergados, manipulados, sin control sobre el curso que toma nuestra vida… en síntesis: infelices.

Cuando nos damos cuenta de que nuestra felicidad no depende de otra cosa más que de LO QUE HAGAMOS O DEJEMOS DE HACER frente a cualquier situación… recién entonces podemos cambiar aquello que nos mantiene atascados y salir adelante. Por mínimo que parezca, todos sabemos de algún pequeño primer paso que podríamos dar para sentirnos mejor.  Puede ser algo sencillo, como tomarnos 30 minutos a diario  porque necesitamos tiempo para nosotros o comenzar una dieta, o algo no tan sencillo como ponernos en movimiento para encarar aquellas cosas que siempre quisimos hacer y no nos atrevimos.

Creo que la clave está en darnos espacio suficiente para soñar, porque en nuestros deseos se expresa nuestro espíritu.

Solemos vivir buscando y queriendo que alguien nos guíe… sin darnos cuenta de que ya VINIMOS A ESTE MUNDO CON UNA GUÍA IMPRESA EN EL ALMA: LA DE NUESTROS DESEOS MÁS PROFUNDOS.

Lo que Dios desea que hagamos, por decirlo de alguna manera, la “Misión” o el “Propósito” por el que vinimos, es PARA SER NOSOTROS MISMOS.
Y sólo podemos SER NOSOTROS MISMOS en su máxima expresión, cuando podemos vivir lo que deseamos.

También nos daremos cuenta que quizás no deseemos una sola cosa, sino muchas; o que cuando alcancemos nuestra primera meta hallaremos en seguida otras nuevas. Ese es el ritmo de la vida y el de nuestra propia naturaleza. La vida nos pide crecimiento, expansión, la conquista de nuevos horizontes personales todo el tiempo. La vida se pone a nuestro favor en cuanto decidimos darnos permiso de SER NOSOTROS MISMOS tal como somos, superando uno a uno nuestros miedos, realizando cada uno de nuestros anhelos.

Porque somos libres de elegir y para eso vinimos! CUANDO ELEGIMOS SER FELICES HONRAMOS NUESTRO PROPÓSITO.

Luciana Cámpora, autora
Libros y Escritos para el Desarrollo Personal y Espiritual
www.lucianacampora.com