Votos con gasolina

En el Zulia hay 230 estaciones de gasolina que han comenzado a sufrir los estragos del racionamiento.

El plan para automatizar el 80 por ciento del sistema de distribución de combustible en la región a través del chip, no tuvo ni el éxito ni los resultados esperados para ejercer el control y minimizar el consumo de forma inmediata.

Sin embargo muy a pesar de la rebelión pacífica que causó entre la ciudadanía el impacto de la medida asumida por el Gobierno, de querer imponer un chip al parque automotor de la entidad, las gandolas provenientes de Bajo Grande y San Lorenzo han dejado de surtir de forma estable a la mayoría de las bombas ubicadas en la región.

Como se ha hecho costumbre, no hay argumentos, ni cifras, los dueños solo alegan que dejaron de recibir la cantidad de gandolas acostumbradas por órdenes de Pdvsa, que es igual que Miraflores.

El presidente Hugo Chávez en su campaña reciente por este bastión negó que el Gobierno haya pretendido aplicar un racionamiento de gasolina en la entidad para evitar la fuga del combustible a Colombia.

El trabalenguas fue: "no es racionamiento, es control", sin explicar realmente si existe alguna diferencia semántica entre ambas palabras con respecto a la actual escasez de combustible que comienza a afectar la zona.

De qué control estamos hablando, si cuando se transita por los municipios Mara y Páez los mismos pobladores te cuentan a vox populi sobre la cantidad de gandolas que pasan a toda velocidad hacia el lado colombiano de la frontera, mientras por la otra orilla puedes ver a los "pimpineros" que venden gasolina al detal en los márgenes de la carretera, porque no se consigue combustible en ninguna de las estaciones ubicadas a todo lo largo de la troncal del Caribe que culmina en la frontera.

Igual situación se vive a lo largo del sur del lago y en la intercomunal en la costa oriental, donde solo se encuentra combustible en una que otra estación en 30 o 40 kilómetros.

El gobernador Pablo Pérez instó al Gobierno para que sea más claro y sincero con el tema del racionamiento. Para nadie es un secreto el castigo infringido al Zulia, vaya a saber usted por qué fracaso o frustración real del pasado, pero es como un castigo divino, una rabia contenida de a ratos contra nuestro gentilicio, que parece no tener fin al menos bajo el mando del actual mandatario.

Para la muestra un botón, mientras le regala 115 mil barriles diarios a Cuba y otros 600 mil diarios a 5 dólares el barril a China, sin contar el octanaje gratuito que sale para Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Argentina, Irán, Siria y la constelación de los países del Alba y Petrocaribe, para mantener su estatus de poderío internacional, en el Zulia comenzamos a sentir los estragos del racionamiento luego de un férreo ataque por imponernos un chip, con el cuento de acabar con un contrabando de extracción que todos sabemos que llevan a cabo gente con muy buena influencia dentro del palacio del poder revolucionario. ¿De qué grupo son las gandolas?

Este es el único gobierno en el mundo de los países que conservan aún la distinción de democráticos, que no rinde cuentas a sus ciudadanos sobre la manera como administra nuestros recursos. Si fuera así sería del dominio público cuales son los embarques de gasolina que salen a medianoche de Bajo Grande vía carretera o lacustre con destino desconocido, y seguramente resolveríamos de inmediato el problema generado por las mafias del contrabando de extracción.

Pero ni modo, que nos sigan subestimando hasta el 7 de octubre. (El Universal)