¿En la ex PUCP sabrán de decencia?

Los últimos Estatutos de la PUCP se aprobaron, como corresponde a una Universidad Pontificia, por la Sagrada Congregación de Seminarios  y Universi-dades en 1946 y a ellos se incorporaron modificaciones aprobadas por la misma Congregación en los años 1957, 1964 y 1967. Las autoridades de la mencionada Universidad, sin previa y necesaria aprobación de la Santa Sede, realizaron múltiples y sustanciales modificaciones de los mismos perjudicando gravemente los derechos de la Iglesia.

A la luz del Acuerdo vigente entre Perú y la Santa Sede y del Derecho Canónico consideramos que dichas modificaciones son ilegítimas y que a través de ellas se está ocasionando un expolio a la Iglesia” Agrega que “Habiendo recibido de su parte una respuesta negativa al requerimiento de la Santa Sede, debo constatar que en las Autoridades de la Universidad que Usted regenta no hay voluntad de corregir esa arbitrariedad, y que pretenden que la Iglesia renuncie a sus legítimos derechos al servicio de la educación católica.Actitud que no reconoce la autonomía que goza la Iglesia para organizar sus instituciones educativas, el caso de la PUCP, en total observancia de las leyes civiles vigentes en el País y del Acuerdo entre el Estado peruano y la Santa Sede”. Rubio y la Asamblea Universitaria no pueden desacatar al Vaticano para apoderarse de títulos de la IC desde hace 2000 años. Cómo decir alegremente que tienen el “pleno derecho” de seguir utilizando los títulos “pontificia” y “católica”. Pontificio es “Perteneciente o relativo al pontífice”, por lo que este título le pertenece sólo al Papa. Y Católico (a) que califica a la Iglesia romana. Más, los fundadores de la ahora ex PUCP pidieron permiso al Arzobispo de Lima para usar aquel título también retirado por Decreto de la Santa Sede y “deplorado” por la Asamblea Universitaria.

Una bajeza que igual retrata el pelaje moral del rector. Señalar que los cardenales Bertone y Cipriani no quieren la paz, o que el presidente del Tribunal Eclesiástico, P. Luis Gaspar, es “terrorista”. En fin, enfrentarse a la Iglesia y al Papa mencionando agresivamente que “aquí hay intereses económicos y de poder. Estos no son intereses espirituales” Qué contrariedad, espiritual habla con tanto odio y con lenguaje distanciado de la Iglesia y de Dios. ¿El rector y la Asamblea de la ex PUCP conocerán qué es decencia? Un valor que dice mucho de una persona es la decencia, para vivirla se necesita educación, compostura y respeto por los demás. La RAE dice: decencia es “dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas”. Por su parte, Aristóteles decía “cuanto más nos inclina la naturaleza a los placeres (económicos terrenales), tanto más propensos somos a la licencia que a la decencia”. ¿Es “decente” apoderarse de “Pontificia” y ”Católica”? (Con información del diario Expreso).