[Perú] ¿El poder del Sutep?

¿Sabía usted que ni un premio Nobel puede ser profesor de un colegio estatal en el Perú si no tiene título en Pedagogía, es decir si no ha estudiado Educación? En efecto, es por ley que el Sutep se hizo años atrás de un monopolio sobre las plazas magisteriales de la educación pública en el Perú.

Esta prohibición, absurda en un país que necesita mejorar exponencialmente la calidad de la enseñanza en el plazo más corto, llevó a la congresista Martha Hildebrandt, profesional en Pedagogía, a presentar un proyecto de ley para poner fin a este atropello y a emitir una sentencia que se hizo famosa: lo que importa es “qué” enseñar –-conocer la materia–-, y no solo “cómo” enseñar. Frente a la educación peruana en emergencia hay miles de profesionales peruanos manejando taxis. Hay que permitirles el acceso a la docencia.  

La Ley de la Carrera Pública Magisterial –Ley 29062– trató de cambiar la situación. No se atrevió, sin embargo, a liquidar de plano el monopolio del Sutep, como debió. Pero entreabrió la puerta a los profesionales de otras disciplinas. En disposición complementaria –la Quinta– estableció (con culposa timidez) que “la docencia ejercida por profesionales con títulos universitarios distintos al pedagógico se rige por lo establecido en el artículo 58 de la Ley 28044”. Esta es la Ley General de Educación. Dice en su artículo 58 que “los profesionales con títulos distintos de los profesionales en educación ejercen la docencia si se desempeñan en áreas afines a su especialidad”. Añade que “su incorporación al escalafón magisterial está condicionada a la obtención del título pedagógico o postgrado en educación”. Era una puerta a medio abrir solamente, pero puerta abierta al fin.

Increíblemente, el proyecto de ley de Desarrollo Docente elaborado por la actual ministra de Educación, en su disposición complementaria Sexta, dispone que “quienes tienen títulos profesionales universitarios distintos al pedagógico ingresarán al primer nivel (el más bajo) de la carrera pública magisterial cuando obtengan su título pedagógico y aprueben la correspondiente evaluación. Vencido el plazo previsto (de dos años) si no han acreditado contar con el título profesional serán retirados del servicio público magisterial”. Es decir, la ministra ha claudicado a tal punto ante el Sutep que su controvertido proyecto de ley pretende cerrar nuevamente a piedra y lodo la puerta de acceso a la docencia a los profesionales de todas las otras disciplinas solo para restablecer y perpetuar el monopolio del Sutep y de los profesionales en Pedagogía sobre las plazas magisteriales de la educación pública peruana.

La ministra va ser interpelada pronto. Debería renunciar antes de que el país entero tome conciencia de lo que ha hecho (Con información del diario Expreso).