Ideas fijas

Algunos queridos amigos y colegas opinan que quien esto escribe está obsesionado con el tema Irán, que se les antoja distante y ajeno a la realidad peruana. En todo caso es una obsesión compartida por los principales medios, analistas y think tanks europeos y estadounidenses. Y además, en este mundo globalizado, nos afectará inevitablemente tarde o temprano.

Una lástima pues que en nuestro país la prensa mainstream no dedique espacio a informar en profundidad sobre el polvorín del Medio Oriente. Porque no se trata solo de Irán. Como bien hace notar Ted Galen-Carpenter, del Cato Institute, la guerra civil en Siria ha adquirido una peligrosa dinámica que trasciende las fronteras de esa nación e involucra a Arabia Saudita, Turquía y, de nuevo en escena, Irán, principal aliado del dictador Bashar Al-Assad. Este resultó tan o más carnicero que su padre Hafez, responsable de una masacre en la ciudad de Hama que en la década de los ochenta costó la vida de 40 mil personas. Si bien la valla dejada por Hafez al-Assad es alta, Bashir se está esmerando y trata de superarla.

Alrededor de 100 civiles al día son asesinados y las últimas cifras serias calculan que las tropas oficialistas han matado a más de 15 mil personas en pocos meses.

Galen-Carpenter anota que así como la guerra civil española fue anticipo de una conflagración mundial, la que tiene lugar en Siria bien puede desembocar en un conflicto mucho más amplio. Que eventualmente podría arrastrar a Washington a una intervención militar directa si se ven afectados los intereses de Arabia Saudita, quien juega en pared con Turquía contra el régimen predominantemente shiíta de Al-Assad. Ankara había coqueteado con Damasco antes, pero se colocó al otro lado al ver que los aliados iraníes seguían adelante con su programa atómico.

Estamos, pues, ante una escalada que podría terminar activando algún botón nuclear y/o una disparada del petróleo. Como es obvio, ni los hongos radiactivos ni los precios respetan fronteras, de manera que bien haríamos en “obsesionarnos” un poco frente a lo que sucede no tan lejos como creemos…

Columna del director del diario La Razón, 7 de agosto de 2012.