Hoy es el Día Internacional de los Zurdos. Es bueno que esa efeméride exista. Es signo de avance civilizatorio. Durante siglos, la Iglesia Católica declaró a los zurdos servidores del demonio. Juana de Arco, la heroína francesa, fue quemada por los fanáticos religiosos, entre otras cosas porque era zurda. En la Biblia hay cien referencias favorables a la mano derecha y 25 contrarias a la izquierda.
No debe de ser tan demoniaca la zurdería cuando ha dado personajes tan notables como Alejandro Magno, Leonardo da Vinci, Napoleón, Chaplin, Bill Gates y Pelé. En Nuestra América descuellan el inca Lloque Yupanqui y los compositores y guitarristas Felipe Pinglo y Atahualpa Yupanqui. Ambos colocaban la guitarra al revés, sin que ello causara un revés musical. Un gran pintor peruano, Ángel Chávez, tempranamente desaparecido, era, puede decirse, zurdo por partida doble: con el pincel y en el box. Fue un pugilista notable.
Hasta bien avanzado el siglo XX, una esposa zurda era en Japón motivo suficiente para el divorcio.
En el siglo pasado, los maestros solían amarrar la mano izquierda a los alumnos zurdos, entre otras razones porque no podían hacer la señal de la cruz como es debido.
Hubo una época en que los Policías que investigaban un crimen buscaban en primer lugar a un zurdo. Cherchez le gaucher! (¡busquen al zurdo!) parecía ser, en francés, la consigna, como antes se decía Cherchez la femme! (¡busquen a la mujer!), para indicar que, en el fondo, todo homicidio es pasional. Ahora, el lema debiera ser: Cherchez l’argent! (¡busquen el dinero!). En el caso de Alan García, por ejemplo.
Con ocasión de este día, la Universidad Nacional Autónoma de México ha expuesto en un comunicado que existen genes, como la familia LRRTM, que organizan las funciones del cerebro. Diez por ciento de la población mundial, precisa, es zurda. Si esto es exacto, quiere decir que hay 700 millones de zurdos en el mundo.
En un zurdo, la parte que domina su mano es el hemisferio derecho del cerebro. Ese hemisferio es el más creativo y es la parte más desarrollada en los artistas, pues permite ver el todo, no las partes aisladas. El poeta argentino Juan Gelman recuerda en el prólogo al libro Hemisferio Derecho de Horacio Verbitsky que “la especialidad del hemisferio derecho son las emociones, la imaginación y el humor, la percepción del todo por encima de la lógica y de las razones.”
El hemisferio izquierdo es más lógico y sistemático. Aparece más desarrollado en los matemáticos.
Se creyó en el pasado que los zurdos estaban condenados a una vida corta. Chaplin y Pelé lo desmienten. Osvaldo Soriano, en su magistral novela Triste, solitario y final, califica a Chaplin, en clave de ficción e ironía, de carcamal. El genial actor murió a los 88 años. Y no era un viejo carcamal.
Columna del director del diario La Primera - 13 de agosto de 2012.