Combustibles caros por responsabilidad estatal

Muchos argumentos se han expuesto para justificar el elevado precio de los combustibles en el Perú, la verdad es una: se venden así porque es la única manera de mantener refinerías anticompetitivas y un estado con recaudación petrolizada.

Pruebas al canto, comparemos información oficial de los Estados Unidos y nuestra, de dos productos relevantes: petróleo diesel N° 2 y gasolina de 90 octanos, a precios actuales. En el caso americano el consumidor adquiere en la estación de servicio, el diesel a 3.75 y la gasolina a 3.41 US $/galón, productos que el peruano los compra a 5.06 y 5.33 US $/galón respectivamente. Es decir que los compramos 35% y 56% más caros, según sea el caso.

La estructura de precios tiene tres componentes: refinación incluyendo costo del crudo, cadena de distribución comercial e impuestos. La comparación nos dará el diagnóstico correcto. Para los dos productos el costo determinante está en la refinería e impuestos, donde se justifica cerca del 80% del valor total.

Las refinerías peruanas venden 36% más costoso el diesel que las americanas y en el caso de las gasolinas, el porcentaje de sobrecosto es del 21%. La razón es la ineficiencia que se tiene en tres variables: plantas demasiadas pequeñas, tienen la tercera parte de la capacidad de las competitivas, perdiéndose las economías de escala; configuración desactualizada donde se produce volúmenes considerables de productos de bajo costo y obsolescencia que no les permite procesar los baratos crudos pesados. La solución es inversiones, que son billonarias, pero tienen que ser eficientes, lo que corresponde a los gobiernos supervisar para evitar el despilfarro. De allí la importancia que la modernización de Talara se aborde con seriedad y no con ligereza.

En cuanto a los impuestos, nuestras políticas de estado no salen bien paradas. La tasa impositiva en las gasolinas son el cuádruplo y en el diesel más de dos veces, en nuestras latitudes respecto a las americanas. No se trata de cobrar siempre a los mismos, sino abrir el espectro de los que deben pagar, lo que se viene repitiendo gobierno tras gobierno. El día que el ente recaudador varíe esta posición, podemos darle mérito. Mientras tanto será el mismo estado depredador de siempre.