¿Periodista o columnista?

Varias personas al comunicarse conmigo, verbalmente o por escrito, me han dicho que soy periodista porque escribo artículos de prensa que son publicados por este Diario.

En cada caso he hecho la distinción que hay entre ser periodista y simplemente escribir para un medio de comunicación, y les indico que soy abogado y no periodista.

Alguna vez hubo alguien que, a pesar de la explicación por la cual no debo ser considerado periodista, me pareció que se enojó y, no obstante mi argumentación, mantuvo su criterio, en un segundo mensaje.

Me parece que conviene utilizar este espacio para hacer las precisiones necesarias porque la legislación por venir relativa a las comunicaciones todavía no está definida y, por lo tanto, estamos a tiempo para evitar errores que podrían ser graves y coartar la libre expresión de las personas, que podrían inhibirse de expresarse, para evitar las reglas y limitaciones que podrían imponerse específicamente a los periodistas.

Partiendo de lo elemental, que es el significado de las palabras, recurro al Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española, para recordar ciertas acepciones de las siguientes palabras:

Periódico:

2. Que se repite con frecuencia a intervalos determinados.

3. Dícese del impreso que se publica con determinados intervalos de tiempo.

8. Diario, publicación que sale diariamente.

Periodismo:

Ejercicio o profesión de periodista.

Periodista:

Persona que compone, escribe o edita un periódico.

2. Persona que, profesionalmente, prepara o presenta las noticias en un periódico o en otro medio de difusión.

Columna:

2. En impresos o manuscritos, cualquiera de las partes en que suelen dividirse las planas por medio de un blanco o línea que las separa de arriba abajo.

Columnista:

Redactor o colaborador de un periódico, al que contribuye regularmente con comentarios firmados o insertos en una columna especial.

Por lo tanto, el hecho de redactar y firmar periódica o eventualmente trabajos para la difusión colectiva en los medios de comunicación, no puede, per se, constituir a sus autores en periodistas.

La posibilidad de que graduados de las diferentes profesiones liberales o técnicas, así como personas expertas, aun sin grados académicos, o simples ciudadanos, cuya participación se estimula constantemente, puedan expresar sus conocimientos o puntos de vista, favorables o críticos a las actividades de los funcionarios y servidores públicos, en periódicos, sobre las situaciones sociales, políticas, económicas, científicas o deportivas, no hace sino ampliar las posibilidades de que el saber de una comunidad se enriquezca, gracias a la especialización o versación de quienes escriben, que muchas veces no alcanzan a tener los periodistas profesionales de planta, salvo esforzadas excepciones.

A mí me parece suficientemente claro y que no caben confusiones entre periodistas, cuyo ejercicio abnegado y continuo, digno de reconocimiento y agradecimiento, es diferente del que realizamos eventual o periódicamente los columnistas.

¿Conviene reconocer las diferencias entre periodistas y columnistas, evitar confusiones y que se produzcan restricciones? ¿Sería tan amable en darme su opinión? (El Universo)