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Martes 21 de agosto 2012

¿Qué es la "Entrega"?

Por: Luciana Cámpora
¿Qué es la 'Entrega'?
Foto: anamariametautehoyos.blogspot.fr

Creo que hace falta que aclaremos qué quiere decir esta palabra tan mentada en la jerga espiritual: La “entrega”.

¿Qué es “entregarnos” a la Voluntad Divina?

¿Significa que ya no podemos hacer más uso de nuestra propia voluntad? ¿Significa que el “Espíritu” actúa por nosotros? ¿Qué debemos “someternos” a un mandato superior (y ajeno)?

De ninguna manera. Esa es una gran mal interpretación. LA ENTREGA ES LA ACEPTACIÓN DE LA VERDAD QUE EXISTE DENTRO DE NOSOTROS MISMOS Y LA RESOLUCIÓN DE PLASMARLA EN CADA COSA QUE REALIZAMOS. LA “ENTREGA” ES HACIA LA PROPIA FELICIDAD, NO HACIA UNA “VOLUNTAD SUPERIOR” DESCONOCIDA.

No implica sumisión, sino realización personal. No implica espera, sino acción. No implica sometimiento  del propio deseo sino el reconocimiento de nuestra Voluntad más amada y más profunda. No quiere decir que ya no tengamos nuestro poder de decisión, sino que dejemos de tomar como única voluntad la de nuestro ego y empecemos a entender que desde el Verdadero Ser que somos, sabemos que existe un camino mejor. El camino de la entrega es el del reconocimiento de Uno Mismo. No nos quita Poder, sino que nos lo da.

POR LO TANTO, TOMAR LA RESOLUCIÓN DE LLEVAR A CABO NUESTROS MEJORES SUEÑOS Y CONSAGRARNOS COMO SERES FELICES, REALIZADOS Y PLENOS, ES “ENTREGARNOS” A NUESTRA MÁS ELEVADA VOLUNTAD ESPIRITUAL. Creer que ser felices es lo primero y lo más importante que vinimos a hacer, es el primer paso hacia el reconocimiento del Poder que hoy TENEMOS para bajar a la Tierra nuestra Voluntad Divina.

Una  tendencia muy egoica es el Facilismo, que en realidad deviene de la interpretación común de que la vida es complicada. Entonces, para ahorrarnos el sacrificio de hacer las cosas a la antigua usanza: con la intención, la inteligencia y el cuerpo ¡poniendo manos a la obra! pretendemos “entregar” el mando al Ser Superior… ¡y no hacer nada!

Caemos en este tipo de escapismos cuando desconfiamos de nuestra capacidad de llevar a cabo una determinada empresa, entonces decimos que lo “entregamos”, que “si tiene que ser se va a dar”, y nos hacemos a un lado de lo que acontezca de ahí en más. LO QUE SUELE SUCEDER ENTONCES, ES QUE LAS COSAS NO SE REALIZAN SOLAS, PORQUE ESA ES JUSTAMENTE LA PARTE QUE NOS TOCA. Por más intencionalidad que podamos tener, si nos corremos antes de comenzar a actuar, el Cosmos no puede ayudarnos demasiado. Al final, cuando las cosas no culminan como esperábamos, nos damos a suponer que “no era la Voluntad de Dios que sucediera” o “nuestro deseo no estaba en armonía con el Bien Mayor”.

Nos conformamos con el fracaso, continuamos “entregando al Cosmos” y coleccionando asuntos sin resolución. Nos olvidamos que tenemos una mente capaz de pensar, y un corazón capaz de guiarnos. Nos olvidamos que en la prueba y el error tal vez obtengamos más respuestas de las que estamos buscando. Nos olvidamos que tenemos libre albedrío y que nada ni nadie puede intervenir en nuestra elección personal.

Nos olvidamos de que estamos aquí para hacer NUESTRA Voluntad.

NUESTRO CRECIMIENTO ESPIRITUAL DEVIENE DE LO QUE NOSOTROS HACEMOS.
Nuestro objetivo es re-ligarnos con el Espíritu, hacernosUno con Él desde la Consciencia con la que operamos en la Tierra. Por eso,nunca se nos da todo resuelto. Siempre que nos entregamos al cumplimientode nuestra más elevada motivación interna, sentimos que estamos haciendo locorrecto”. ¡Nos sentimos estupendamente bien! Pero “entregarnos a cumplirnuestra motivación interna” resulta de una decisión que debemos tomar, y deun compromiso que asumimos para con nosotros mismos.

Todos SABEMOS lo que deseamos, sólo que a veces no nos permitimos verlo, o aceptarlo, o vivirlo, por miedo.

Cuando sentimos miedo no estamos sintiendo al Ser. Tampoco cuando sentimos rencor o frustración. LA VOLUNTAD DE NUESTRO SER INTERIOR SE NOS PRESENTA MEDIANTE EMOCIONES POSITIVAS. Cuando algo que pensamos nos causa alegría, entusiasmo, paz y bienestar infinitos… debemos reconocer (sin dudar) que eso es lo que de verdad queremos! IR EN POS DE ESE OBJETIVO ES “ENTREGARNOS” A LA VOLUNTAD DIVINA.

La entrega a la Verdad espiritual no significa ajustarse a los extremos de esta dualidad en la que vivimos, estancándonos en uno solo de los lados. La entrega implica Unión de los aparentes polos opuestos, porque el Ser es Uno en sí mismo. El Ser es Unidad. Entregarnos a una vida espiritual no quiere decir que debamos dejar de lado la materia, sino hacer nuestra voluntad con ella, aprendiendo cada día a reconocer NUESTRA VERDADERA VOLUNTAD, LA DE NUESTRO SER SUPERIOR.

Entregarnos a la Voluntad Superior no es dejar de decidir y de actuar
. Es encaminar las cosas según nuestro deseo, otorgarles lo necesario para que puedan ocurrir, y luego, cuando ya no tenemos más que hacer al respecto, entonces sí, soltar los resultados. Dejar que el Universo decida la finalidad de nuestra acción, sin interferir con anticipación, miedos, dudas o ansiedad. Ahora sí, “soltar”, porque ya terminamos nuestro trabajo, no “soltar” antes de haberlo comenzado.

Luciana Cámpora
Libros y Escritos para el Desarrollo Personal y Espiritual
www.lucianacampora.com

 

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