[Perú] ¿Conga salió del debate?

Conga “ya salió” del debate, es la frase con la que el Primer Ministro, Juan Jiménez, quiso poner fin a la discusión sobre Conga. Para el abogado, especialista en derechos humanos, el problema con el proyecto minero más importante del Perú ha terminado. Ha querido retribuir, con resultados concretos, la confianza de  Nadine y Ollanta. Seguramente ha contribuido con esa percepción la forma como ciertos medios, y las redes sociales,  destacaron la declaración de Richard O´Brein en el portal,  lloyds.com, el viernes 17 de agosto, o la encuesta realizada a 250 personas en Cajamarca en la que se dice que el 78% de cajamarquinos es contrario al proyecto minero, o la declaración de PPK señalando Conga estaba muerto.

Es un grave error, sin embargo, pensar que Conga ha salido del debate, terminó o, menos aún, que ha muerto. En realidad es evidente que Conga lejos de irse ha traído varios temas al debate nacional que el nuevo Gabinete, del que Jiménez es el principal responsable, debe resolver.

En primer lugar es claro que, una buena parte de los dirigentes opositores a Conga son radicales violentistas que no tienen reparo alguno en amenazar a quienes -en uso de su libertad- no quieren participar y menos plegarse a sus paros y marchas; que agreden a comerciantes, exponen niños, secuestran autoridades elegidas, golpean a policías y, que, en suma, representan una clase de ciudadanos privilegiados para quienes no hay ni Estado de derecho ni igualdad ante la ley porque “ellos”, supuestamente, están con el pueblo, y en “su” territorio sólo se hace lo que quieren. Recordemos sino los amedrentamientos a periodistas independientes en la ciudad de Cajamarca, y la expulsión total de hombres de prensa y medios independientes de Bambamarca y Celendín, donde la libertad para informar simplemente no existe.

En segundo lugar, que Cajamarca es, en la práctica, un territorio cuasi liberado donde el estado de emergencia no es respetado ni por las propias autoridades regionales ni locales, que incitan a los ciudadanos a la protesta violenta en un claro desafío a la autoridad nacional, sin que ello traiga ninguna consecuencia porque los jueces y los fiscales también son amenazados y el Gobierno no les respalda ni protege.

En tercer lugar, que los facilitadores fueron abandonados luego que Gregorio Santos les tiró un portazo negándose este a continuar con el diálogo no obstante fue el mismo Santos quien lo inauguró, demostrando que su único afán era ganar protagonismo, titulares y cobertura en los medios.

En cuarto lugar, que el mensaje hacia los inversionistas extranjeros y sus capitales, tan necesarios para continuar creciendo, es confuso y contradictorio porque Conga no cometió delito alguno ni trasgredió la ley pero no puede desarrollar su mina ni siquiera cumpliendo todo lo que el presidente  -yendo más allá del peritaje-  solicitó, y no obstante el “Conga sí va” que anunció el Jefe de Estado; con lo que queda en evidencia que este no tiene la última palabra.

Finalmente, y no menos importante,  es la situación en que están otros proyectos mineros amenazados por grupos que, envalentonados por la debilidad del nuevo gabinete, ya miran como botín Toromocho, Bambas, Tía María y un sinnúmero de proyectos que peligran, ante la falta de seguridad y garantías para su desarrollo.

Hace unos días, Miguel Palomino, del IPE, reveló que la cartera de proyectos mineros supera los 53 mil millones de dólares y que la minería podría generar, si estos se desarrollan, más de 2.4 millones de puestos de trabajo. Es imposible concretar tamaña inversión sin un gobierno fuerte y sin liderazgos marcados por miembros del Ejecutivo que entiendan la dirección y la velocidad que hoy requerimos. Conga no se va a ir nunca mientras haya democracia y Estado de derecho, y el Gobierno tiene que garantizarlo (Con información del diario Expreso).