El precio de la afectividad

Para los que hemos tenido la suerte de nacer y ser criados en una familia, la afectividad no tiene precio. Pero en este mundo donde todo se cuantifica, puedo decir que, en nuestro país, el precio de la afectividad, para los que no la tuvieron en la minoría de edad, es de 7,098 soles.

Hay 324 beneficiados que han encontrado el camino de la afectividad que no tuvieron de niños y adolescentes, gracias al esfuerzo de la organización “Amici dei Bambini”, financiada por el Fondo Italo-Peruano. Esta organización orienta a muchachas y muchachos de 17 años, próximos a salir de los centros de acogida residencial (CAR), para que puedan insertarse en la sociedad, a pesar de no tener contactos sólidos con ella.

La Defensoría del Pueblo ha contado 17,000 menores recogidos en los CAR, pero hay muchos más CAR privados, no contabilizados, como el CAR San Pedro Magno, llevado por sacerdotes católicos, que es uno de los mejores, y cuenta con asesoramiento espiritual y religioso. Ello, sin contar con que el 60% de los CAR son informales.

Escuché la historia de una muchacha y de un muchacho que habían podido reinsertarse en la sociedad gracias a los “Amici dei Bambini” y, como periodista, lo primero que se me ocurrió, vista la carga emocional que tiene el vivir esa experiencia, es que se puede hacer una serie de televisión extraordinaria con las historias más notables de esos muchachos, siempre que se tenga la sensibilidad necesaria para tratar los temas con delicadeza.

Publicado el 1 de setiembre de 2012 en el diario La Razón.