[México] Validación presidencial

EI advenimiento del mes patrio ocurre en plena ebullición política. Se instalan los 500 diputados y 128 senadores que integran la LXII Legislatura. Felipe Calderón presenta su sexto y último Informe de Gobierno. El Tribunal Electoral valida la elección presidencial. Enrique Peña estructura planes de gobierno y define colaboradores cercanos. Andrés Manuel López Obrador evalúa acciones y reacciones. Los dirigentes del PRD y el PT disponen los anunciados estallidos sociales, de los cuales serán absolutamente ajenos. Nosotros, como el chinito, nomás milando cómo la clase política se agrede, se amenaza, se acusa, se defiende y se vuelve a acusar.

La rendición de protesta de los diputados entrantes fue literal, cerca de una treintena de ellos, pertenecientes al Movimiento Progresista protestaron, pero desde la tribuna, mostrando mantas alusivas “No a la imposición” y “La Presidencia no se compra”. Precisamente, los insignes ciudadanos responsables de decretar las leyes incitan a la sociedad a repudiar al máximo órgano electoral, encargado de calificar las elecciones.

Aun así, existen amplias expectativas sobre el éxito en los trabajos de la presente legislatura, ya que la plural convicción sobre la inminente aprobación de leyes y reformas necesarias es definitiva. Seguramente, también serán ventilados sustanciales proyectos, como son la reducción del número de legisladores, segunda vuelta electoral y reelección inmediata de legisladores y de alcaldes.

El Ejecutivo aplicará por primera ocasión su prerrogativa de presentar al Congreso dos iniciativas preferentes –30 días para procesarlas en cada Cámara– que serán la reforma laboral y la rendición de cuentas de gobiernos locales.

El presidente Calderón no puso un pie en San Lázaro, luego de haberse colocado él mismo la banda presidencial; primer mandatario en no haber dirigido un sólo informe de gobierno ante la soberanía del Congreso de la Unión. Recordemos que Vicente Fox se vio impedido de rendir su sexto informe ante el Congreso, debido a la toma de tribuna por legisladores del PRD. Felipe Calderón ha cumplido, enviando por escrito su informe anual al Congreso, a la vez que pronuncia su mensaje del estado de la administración pública en un recinto alterno ante correligionarios e invitados especiales.

Fiel a su consistente proceder visceral tras cada evento electoral en que participa, López Obrador y por ende las fuerzas de izquierda, advierten no reconocer al gobierno validado por el TEPJF. O sea, los flamantes legisladores y próximos gobernadores de izquierda sí ganaron a la buena en la misma elección, la trampa fue dirigida única y exclusivamente contra López Obrador.

Realmente anticipar estallidos sociales –léase Zambrano y Anaya– o que si la gente sale a tomar las calles dependerá mucho de la decisión que tomen los magistrados electorales –léase Ebrard– o amenazar a los mismísimos magistrados de desprestigio, comparsa de las violaciones constitucionales, solapadores y encubridores de un ilegítimo gobierno que jamás reconoceremos –léase Monreal–, todo ello, resulta cuando menos temerario.

Reviste optimismo, por otro lado, la postura de Silvano Aureoles y Miguel Barbosa, noveles coordinadores parlamentarios del PRD, respectivamente en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, en el sentido de buscar puntos de coincidencia con la oposición, dispuestos al diálogo y a ser responsables, identificando temas comunes, ya que eso es lo que la sociedad les exige.

Entramos a septiembre, mes identificado con la lucha por nuestra libertad y soberanía, afortunadamente nuestras instituciones son lo suficientemente sólidas para que una irreflexiva y subjetiva ambición intente mandarlas al diablo.

Nota publicada en diario.com.mx