Hace cinco años hubo mucha especulación en los medios, que alegaban que Estados Unidos estaba a punto de lanzar bombas a Irán para detener su programa nuclear. A pesar del despliegue publicitario, era claro que no iba a ocurrir. Los tiempos han cambiado. Ahora una guerra con Irán no es inminente, pero es inevitable. Y si te gustaba Iraq, amarás Irán.
Una guerra con Irán será mucho peor. Primero, Irán tiene el cuádruple de área terrestre y el triple de población que Iraq, así que no es un reto pequeño. Mientras que Iraq no tenía un programa nuclear, Irán tiene uno bien desarrollado, que alega es para propósitos de paz, con 14 sitios industriales. Algunos de ellos están fuertemente construidos para soportar un ataque y están bien vigilados. Así que una guerra aérea para destruirlos no será fácil y una guerra en tierra es impensable.
Otro problema es la reacción hacia un ataque americano. La administración de Bush justificó invadir a Iraq citando violaciones a un número de resoluciones de la ONU. Las Naciones Unidas no autorizaron el uso de la fuerza, EEUU lo ignoró, restando legitimidad a su operación y empezó el ataque, pero con 48 países detrás. Era una coalición con algunos forzados y otros cooptados, pero que provocó una hoja de higuera de aceptación internacional.
Si atacamos Irán, ningún país, excepto tal vez Israel, se unirá a nosotros. Habrá varios autócratas suníes provocándonos silenciosamente a golpear a los chiitas persas con dureza, pero no contribuirán a más. Ninguna otra nación estará dispuesta a matar iraníes y que estos maten a sus fuerzas armadas.
Aunque el ataque será condenado en todo el mundo, su efecto en Irán será aún peor. Invadir a Iraq llevó abajo a Saddam Hussein, pero un ataque a Irán consolidará el poder del actual régimen. Los defensores de la guerra dicen que los iraníes derrocarán a su gobierno una vez que empiece. Pero un ataque sólo reforzará el liderazgo iraní como el 9/11 (ataque del 11 de setiembre) lo hizo para el presidente George W. Bush.
En ese punto los iraníes no tendrán razón para esconder cualquier intención de construir una bomba, y será con razones. Así que no serían unos cuantos ataques aéreos y luego desfiles de victoria. Significaría un estado de guerra semipermanente.
Y los iraníes van a reaccionar a ser bombardeados. Como mínimo, el caos y la posición geográfica en los ductos (que poseen la mayor parte de petróleo del mundo) harán que a cuatro dólares el galón de gas parezca de los viejos tiempos.
¿Qué pasa si al día siguiente que empiece el bombardeo un reporte de inteligencia diga que facciones de la milicia paquistaní están tan molestas por el cuarto ataque americano en un país musulmán, que algunas de sus armas nucleares han desaparecido y están por ser usadas?
Un reciente artículo del New York Times hablaba de la real posibilidad de que el arsenal nuclear de Pakistán caiga en manos de extremistas islámicos.
¿Pero por qué, si es tan mala idea una guerra, es inevitable? La respuesta es políticas domésticas. Si Mitt Romney gana en noviembre, él ya ha dejado en claro, durante el debate republicano en Iowa, que Israel dictará sus políticas en el Medio Oriente. Y él necesitará una guerra, como la necesitó Bush, para distraer a la gente de la falla de sus políticas económicas, que son iguales a las de Bush.
Si el presidente Barack Obama gana, habría un desenlace distinto. Una reciente columna de opinión en el New York Times se titulaba “Cómo América puede alentar la marcha a la guerra de Israel”. La escribió Dennis Ross. Él trabajó en cada administración desde que Jimmy Carter era presidente, con la excepción de la de George W. Bush, y se piensa que nunca ha sido más que el testaferro de la derecha israelí. Su programa para posponer la guerra consiste en proveer cubierta política para un ataque israelí, otorgando apoyo político una vez que ocurra y dando armas y más armas para que sea posible.
Con bombas para explotar búnkers y la capacidad de reabastecerse de combustible en el aire con el apoyo de los EEUU, Israel podrá empezar una guerra, pero no podrá terminarla. Invariablemente EEUU será llevado al conflicto para proteger sus intereses y a Israel (Con información del diario La República).
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