Damasco.- El nuevo enviado especial a Siria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Lakhdar Brahimi, manifestó su preocupación por el clima de violencia que azota el interior del país asiático, opinando que el objetivo por el que se encuentra en ese territorio es “casi imposible”.
“Llego a este trabajo con los ojos abiertos, sin ilusiones. Sé lo difícil que es, casi imposible. No puedo decir imposible, (sino) casi imposible”, dijo el político de nacionalidad argelina a la BBC.
Asimismo, el también representante de la Liga Árabe reconoció que tiene varias propuestas para encontrar una solución pacífica, “aunque no un plan específico”.
“Estoy asustado por el peso de la responsabilidad. La gente ya está diciendo que hay muertos y (está preguntando) ¿qué está usted haciendo?... Tengo ideas pero todavía no un plan”, sostuvo.
Desde que estalló el conflicto interno en Siria en marzo pasado, cerca de 20 mil personas perdieron la vida.