Jauja se fundó el 25 de abril de 1534, con el nombre de “Santa Fe de Hatun Xauxa”. Durante el Imperio de los Incas, se dio gran importancia a la construcción de caminos como vías de integración y seguridad, y Centros Administrativos como núcleos de poder militar y político. Hoy, la aviación es un medio que debe dominar la comunicación y el transporte, porque nos vincula rápidamente con el país y el mundo.
La ubicación geográfica de Jauja y las características de sus suelos y condiciones atmosféricas, hicieron que esta región sea considerada como el granero del Tahuantinsuyo. Nada menos.
En el siglo XX, el aeropuerto de Jauja se utilizó para vuelos de acción cívica de apoyo a los pueblos de la Selva, las misiones franciscanas y fue el nexo para el desarrollo de esta parte del país. El 1 de noviembre de 1947, en Satipo hubo un terremoto, que destruyó la ciudad, los vuelos de apoyo a los damnificados, llegaban al aeropuerto de Jauja y luego se trasladaban a Satipo por tierra.
El aeropuerto Francisco Carle de Jauja dispone de una pista asfaltada de 2870 metros de largo por 45 de ancho; el mismo que, debería ser remodelado y convertido en un aeropuerto de nivel internacional. Su costo no será muy oneroso para el Estado.
Construir un nuevo terminal aéreo, teniendo el de Jauja, con zonas amplias para su crecimiento, sería una pésima decisión del gobierno, y una frustración para los productores de esta región, quienes verán pospuestos sus deseos de despegue, inclusión e integración con los mercados nacional e internacional como Brasil.
Publicado el 4 de setiembre de 2012 en el diario La Razón.