Hoy se cumplen 40 años de la masacre del primeros Juegos Olímpicos realizados en Alemania tras los organizados por Hitler en 1936, 11 atletas israelíes fueron asesinados por un comando terrorista palestino El 5 de septiembre de 1972 en Munich.
Como se recuerda, La organización de todo el evento estuvo marcada por el recuerdo del nazismo y del Holocausto por lo que la República Federal Alemana pretendía mostrar que el país en 1972 era democrático y pacífico.
Por eso en la villa olímpica y en los principales estadios sólo había dos mil agentes de seguridad desarmados y con escasa preparación antiterrorista.
Hasta que e 5 de septiembre de aquella fecha alas 4:42 de la mañana ocho palestinos se acercaron a la villa. Estaban vestidos como atletas y llevaban bolsos deportivos, donde ocultaban las armas. Un grupo de deportistas estadounidenses que llegaban luego de una noche de juerga confundieron a los terroristas por deportistas y terminaron siendo ellos quienes los ayudaron a pasar a la Villa deportiva.
Entraron al edificio de los deportistas israelíes y al primer dormitorio que con que se toparon fue de Moshe Wineberg, entrenador de lucha, que al ver a los terroristas se abalanzó sobre los atacantes. Le dispararon y lo dejaron gravemente herido.
Le exigieron que los conduzca a donde estaba el resto. Entonces, Wineberg decidió llevarlos al dormitorio de los luchadores y los pesistas.
Cuando entraron, Gad Zabari, uno de los atletas, golpeó a un atacante y huyó corriendo. Recibió tres balazos y, cuando estaba por recibir el disparo final, el entrenador se interpuso al tirador y murió fusilado. Zabari logró escapar y alertó a las autoridades de lo que estaba pasando.
Horas después, autoridades alemanas reciben un comunicado de los terroristas el comunicado se denominaban Septiembre negro y exigían la liberación de 236 “prisioneros revolucionarios palestinos” encerrados en cárceles de Israel, Alemania y otros países. Si al mediodía no cumplían con su pedido, ejecutarían a los secuestrados.
A las 7:41 asesinaron al segundo atleta, Yossef Romano, luego de un intento de fuga.
Ya más de diez horas de negociaciones, Cuando se acercaba el límite de las 17:00, las autoridades tramaron un plan de rescate. Para eso armaron a los inexperimentados agentes de seguridad, porque los policías no tenían permitido ingresar en la villa.
A las 17:46, los líderes del comando anunciaron un cambio en sus exigencias. Pidieron un avión para que los trasladara junto con los secuestrados a algún país árabe.
Pasadas las 20:30, los dos helicópteros que trasladaban a secuestrados y captores se aproximaban al aeropuerto. Segundos antes del aterrizaje, los soldados que estaban disfrazados de tripulantes en el avión acordaron abortar la misión por considerarla suicida.
Los terrorista al ver al grupo militar alemán, inició una balacera haciendo que los los nueve israelíes murieron entre la explosión y los disparos. Lo mismo ocurrió con cinco de los captores. Tres quedaron con vida y fueron apresados.