Banner Tuvivienda
Lunes 18 de marzo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Viernes 14 de septiembre 2012

La caída de Guzmán y la derrota de Sendero

Por: Víctor Robles Sosa.
La caída de Guzmán y la derrota de Sendero
Foto: Medios

La captura de Abimael Guzmán es uno de los mayores hitos de la gesta nacional, que fue la victoria sobre Sendero Luminoso, la banda terrorista más cruel y sanguinaria del mundo.

El trabajo tenaz y sacrificado de un puñado de agentes de la ex Policía de Investigaciones del Perú (PIP) fue clave para atrapar al escurridizo genocida. El país les reconoce ese enorme mérito y también se los agradece.

La decisión del Congreso, de condecorar a los exmiembros del GEIN, es un justo reconocimiento, pero también es una reivindicación política de la victoria sobre el terrorismo y un mensaje claro para quienes hoy pretenden andar por el camino de Guzmán.

Pero durante la celebración hemos leído opiniones de quienes han querido utilizar la efeméride para reescribir la historia según sus intereses mezquinos.

La afirmación más tendenciosa es la que reduce aquella gesta a la captura de Guzmán con el mismo maniqueísmo que también reduce la actuación de las fuerzas del orden a los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta.

Todo con el afán de negarles cualquier mérito o aporte en la victoria a los gobiernos democráticos que enfrentaron a Sendero -sobre todo al de Alberto Fujimori- y a las Fuerzas Armadas.

La historia los desmiente: cuando Guzmán fue atrapado por el GEIN, su proyecto político estratégico, la “guerra popular del campo a la ciudad”, ya había sido derrotado por el campesinado, que se rebeló contra Sendero.

Los primeros en rebelarse (1982-83) fueron los comuneros de Iquicha, Huanta. La rebelión duró poco, porque un grupo de iquichanos mató a ocho periodistas en Uchuraccay y por este hecho un sector de la prensa los llamó “paramilitares”. Sendero se aprovechó de esto para masacrarlos.

A mediados de los 80’, los comités de autodefensa echaron a Sendero del VRAE, apoyados en silencio por algunos jefes del ejército, ya que los altos mandos y el gobierno desconfiaban aún de los campesinos.

A finales de esa década, el gobierno de Alan García decidió apoyar a los comités y se formalizó así la alianza con el campesinado contra Sendero.

Pero el Estado carecía aún de una estrategia integral contra el terrorismo. Un episodio indignante reveló esa grave carencia en 1988: un tribunal absolvió a Abimael Guzmán -en ausencia- de los crímenes perpetrados por Sendero.

En 1990, Fujimori puso en marcha una estrategia que comprometió en la lucha al Ejecutivo, Ministerio Público, Poder Judicial, sistema penitenciario, policía, etc., a partir de un marco jurídico nuevo que selló la derrota de Sendero.

La alianza de campesinos y militares obligó a Guzmán a replegarse a Lima, lanzando una oleada de asesinatos y atentados para hacer creer que estaba cerca de tomar el poder.

En realidad estaba desesperado. Sabía que el GEIN le pisaba los talones desde junio de 1990. Así llegó el memorable 12 de septiembre de 1992, esta vez Guzmán y su cúpula no pudieron librarse de la justicia, pues ya había una legislación antiterrorista eficaz. Gracias a ésta, hoy purga su merecido: cadena perpetua.

Publicado el 14 de setiembre de 2012 en el diario La Razón.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan