¡Acabemos con los racistas!

El 29 de marzo del presente año, el tribunal de París condenó y multó al multimillonario perfumista francés Jean-Paul Guerlain con 6.000 euros, por manifestar palabras racistas durante una entrevista al canal francés France 2, y estuvo a un paso de pasar sus días en la cárcel.

Todo se inició durante la presentación del perfume “Samsara”, su última creación en “parfums pour femme”. Al preguntársele por la creación del nuevo perfume, éste tuvo el desliz de responder a un medio televisivo: “Por una vez, me he puesto a trabajar como negro. Yo no sé si los negros siempre han trabajado tanto, pero bueno”(sic). Fue a partir de ahí que importantes asociaciones antiracistas (SOS racisme, Licra) cuestionaron sus comentarios racistas y procedieron a denunciarlo penalmente. Al verse Jean-Paul Guerlain acorralado por la ola de críticas y cuestionamientos, no le quedó otra que aceptar su error y disculparse por ello, reconociendo públicamente que fue “una imbecilidad” lo dicho y que su comentario tenía como único fin el “hacerle reír a la periodista”.

Ahora bien, veamos en Perú: hace unos días vimos en los noticieros como un joven desadaptado de San Isidro con aire de hooligan insultaba a los periodistas que grababan el accidente protagonizado por otro de sus amigos y, además, le rompe el filtro de la cámara e insulta a uno de ellos, diciéndole: “Me llega tu vida, me llega tu jato, cholo de m…”, entre otras perlas. ¿Alguien denunció lo ocurrido? No. Acaso la Ley 28867-referente a la discriminación- no sanciona este tipo de comportamientos desde el punto de vista jurídico-penal? ¿Por qué no aplicarla entonces y denunciarlo? De haber ocurrido esto en Francia, el destino de ese desadaptado hubiera sido la cárcel y una fuerte multa a pagar. Ahí la gran diferencia.

Publicado el 14 de setiembre de 2012 en el diario La Razón.