Julio César Chávez Jr. lanza un S.O.S.

Podríamos aplicarle una serie de epítetos, adjetivos y señalamientos a Julio César Chávez Carrasco, por su irresponsabilidad al atreverse a consumir marihuana previo a su pelea en contra del argentino Sergio Martínez, sin embargo su ignorancia se encargó de castigarlo arriba y abajo del ring. En el cuadrilátero por las pésimas condiciones físicas y mentales en que se encontraba que le hicieron perder su cetro mundial y que ahora nos dan luz de su terrible actuación y del porque no hacía caso a las instrucciones en su esquina.

Y abajo, porque está en un tris de perder la mayor bolsa de su carrera con tres millones de dólares, si el segundo frasco confirma que consumió el enervante. Julio César Jr. es seguro que ignora que la cannabis indica baja las defensas, disminuye la potencia, inhibe la fuerza y altera las neuronas evitando el pensar lucidamente y actuar de manera estúpida. Lo alarmante es que no se trata de la primera ocasión en que anda metido en estos líos, habrá que recordar que ya dio positivo de anabólicos y la Comisión de Nevada lo multó con 10 mil dólares, le quitó el triunfo obtenido y lo suspendió seis meses, pero aunque fue trampa antideportiva, era cosa, ahora fue droga.

Posteriormente en su pelea ante El Veneno Rubio se negó a proporcionar la muestra de orina, pero como llevaba protección no paso nada, antes en su defensa en contra de Andy Lee, de igual forma no entregó la muestra de orina y salió bien librado. Habrá que citar que Julio César hijo, se tuvo que presentar en la Corte de los Ángeles por manejar ebrio y bajo los efectos de la droga, es decir, este asunto ya tiene penosos antecedentes y a pesar de haber vivido y experimentado la tragedia de su padre en este renglón, parece que el joven sinaloense se mareo muchísimo antes que el tricampeón mundial.

Por lo anterior, es importante que el Consejo Mundial de Boxeo tome cartas en el asunto, así como su propio equipo de trabajo y apoderados, porque el jovencito requiere de forma urgente ayuda médica y asistencia sicológica,. Ya decía yo en anteriores colaboraciones, que era muy joven para andar sufriendo arriba del ring de calambres  bueno, ahí esta la causa. El sábado en la entrevista posterior a la pelea, si siquiera tuvo control de su boca que le temblaba al momento de hablar de manera dramática. Aquí señores es donde en este momento se requiere de forma urgente la ayuda de la “Mano amiga”, que sea una realidad y no solamente buenos deseos. Que muestre el boxeo su compasión y piedad, a un mexicano que le urge recibirla (Con información del diario La Crónica).