El 21 de Septiembre nuestro país dejo de pensar en noticias circundantes sobre terremotos, cumbres internacionales, estrategias presidenciales contra el matriarcado y darle paso a la congoja.
Un nobel dejo de lado la firmeza que le dio un premio mundial, para darle paso al dolor que lo conmovía por la partida de un amigo de juventud.
Entre muestras de gratitud y muchos expectantes fue velado el señor Javier Silva Ruete. Un dia atras escuche a unos jóvenes preguntar ¿quien fue?, quizás no sea por ignorancia, sino por la poca costumbre de revelar lo bueno que hicieron personajes en la historia del Perú, Mario Vargas diría "el alumno Javier Silva Ruete perifoneaba por las calles de Piura el gran estreno" de "La huida del Inca", mi primera obra de teatro, nosotros diríamos elevo nuestras pobres exportaciones, de 200 millones de dólares en 1977, a 1200 millones de dólares en 1980 y ya perifoneaba una alza económica para sobrevivir a la estatización y seguida huida del presidente, que no supo darle éxito, gracias García. Cuando Mario Vargas fue premiado, Silva Ruete también mostró su satisfacción y dijo que era "una injusticia que Mario no tenga el Nobel antes". "Cuando escuché que se lo iban a entregar, dije que aquí ha terminado una injusticia, hemos abierto el mundo para la justicia y se le ha entregado un premio que hace mucho debió recibir" refirió, hoy después de lograr elevar el crecimiento del producto, bajar la inflación a niveles inferiores a 1%, disminuir un elevado gasto público, y atacar el déficit fiscal en la época de Paniagua, racionalizar los gastos del sector público, la reforma tributaria y el sistema público de pensiones con Toledo, también merece decir que este reconocimiento es algo que hace mucho tiempo debió recibir un gran economista digno de admiración y reconocimiento.
Aquí termino la injusticia para aquellos que no lo conocían.