Una de las tareas que tendrá el nuevo gobierno será el de establecer los incentivos y cambios de legislación y de resoluciones, que permitan revivir una agónica bolsa de Valores de Caracas y un mercado de valores casi inexistente. Una característica presente en las economías de países desarrollados o en vías de alcanzarlo, es poseer un mercado de valores amplio y desarrollado. En estos países, el ahorro interno de los ciudadanos es en buena parte canalizado hacia el mercado de valores y de capitales, para que éste sirva eficientemente en la asignación de esos recursos. De esta manera el sector privado financia sus inversiones y crecimiento de mediano y largo plazo, así como también el sector público accesa recursos para cubrir necesidades de financiamiento del Gobierno central, municipal y entes estatales.
Difícilmente hoy, puede un país mantener tasas de inversión creciente, como de desarrollo económico sostenido, si no cuenta con un mercado de valores robusto, de amplia y sólida participación. En estos países, tanto el Estado como el sector privado trabajan conjuntamente en la elaboración y promoción de leyes, normas; así como de formas de perfeccionamiento del mercado de valores que permiten su desarrollo, transparencia y seguridad.
Por mucho tiempo he sido un defensor y promotor del mercado de valores nacional y he trabajado en el área por muchos años, tratando de desarrollar el mercado. En los ya varios artículos que he escrito sobre el tema del mercado local, y qué hacer para recuperarlo e impulsarlo, he ofrecido varias opciones para implementar y desarrollar, que permitan que el mercado de valores y la Bolsa de Valores de Caracas sobreviva y sea factor de importancia para la economía y los inversores.
En nuestro país, el mercado de valores tiende a desaparecer sino se toman medidas urgentes, las cuales he planteado en otros artículos. Estamos extremadamente lejos de alcanzar las dimensiones y desarrollo de otros mercados latinoamericanos como los son Brasil, Colombia, Argentina o Chile.
¿Qué se puede hacer?
Es mucho lo que debemos hacer para crear las condiciones necesarias para su crecimiento y desarrollo. En este sentido dentro del proceso de democratizar el capital en el país, que el nuevo gobierno y futuros gobiernos pueden llevar adelante, y que sugiero, está la participación del venezolano común en ese proceso a través de la venta o cesión de porcentajes accionarios de empresas que están en manos del Estado, colocando porcentajes de estas acciones en la Bolsa de Valores de Caracas y en la Bolsa Pública Bicentenaria. Por ejemplo, en el caso de las empresas del acero y del aluminio (Sidor, Venalum, Alcasa, Bauxiven) empresas mixtas petroleras, cementeras, telecomunicaciones, el esquema de participación accionaria para los trabajadores y venezolanos en general, es una opción que debe ser seriamente evaluada. Es totalmente factible colocar un 20 o 30% de esas acciones en el mercado de valores nacional, con particular énfasis para la inversión de pequeños y medianos inversionistas y trabajadores, cajas de ahorro, y fondos mutuales. Otra forma apropiada y de amplitud de participación al capital, lo podrían constituir la creación de los fondos de pensiones privados. Mediante la creación de dichos fondos, éstos podrían invertir una parte de sus patrimonios en los procesos de participación accionaria puestas en la Bolsa de Caracas, de empresas de Guayana, empresas mixtas donde Pdvsa tiene el 60%, del gas y petroquímica y empresas industriales y de servicios en poder de Fogade (centrales eléctricas, hoteles e inmuebles).
De esta forma estaríamos permitiendo que la gran masa de trabajadores y público en general pasen a ser dueños en proporción a su inversión del capital y los medios de la producción y los servicios; del mismo modo que los propios trabajadores y empleados de las empresas se convertirían en socios y accionistas. Es importante que dentro de este proceso de democratización del capital, se establezca un programa de información y educación sobre los objetivos, beneficios e implicaciones que derivan de ser dueños y parte importante de las empresas, dentro de una sociedad donde el trabajo, la producción y la productividad redunden en el beneficio personal y colectivo.
Por su parte, el sector privado y agentes del mercado deben unir esfuerzos para adelantar estrategias conjuntas que permitan lograr los siguientes objetivos y acciones: La captación de nuevas empresas a la pizarra de cotización de la Bolsa; la inclusión de pequeñas y medianas empresas con requerimientos de entrada y de costos más flexibles; la creación de nuevos instrumentos de inversión, tanto de renta variable (acciones) como de renta fija (bonos) que permitan atraer inversionistas; así como fomentar la creación de nuevas alternativas de inversión como fondos inmobiliarios, titularizaciones, fondos de índices, fondos mutuales, fondos de pensiones y la negociación de títulos de deuda pública a las casas de bolsa. Por otro lado, la bolsa debe retomar con más fuerza, con el apoyo de la SNV, la interconexión con las bolsas latinoamericanas e iberoamericanas. Esta internacionalización del mercado, considero debe ser un objetivo a alcanzar y el cual requiere un gran esfuerzo conjunto.