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La Organización Mundial de Comercio (OMC), inicia en Ginebra un proceso de reflexión con relación al importante tema de las relaciones multilaterales en el ámbito de la globalización.
El problema actual consiste en lograr superar una situación poco conveniente para los intereses de la economía mundial en su conjunto y, en particular, para los países en desarrollo.
En efecto, luego del fracaso de la Ronda de Doha, la OMC no ha podido estructurar una agenda que cuente con el consenso global para acelerar el proceso de liberalización del comercio de bienes y de servicios.
Por el contrario, los Estados han impulsado entendimientos de carácter bilateral para mantener la expansión y diversificación de ese comercio.
Para algunos observadores, lo multilateral ha llegado a un punto límite en lo económico y, por tanto, sólo aquellos países que libre y voluntariamente alcancen tratados de libre comercio están en capacidad de aprovechar las oportunidades y ventajas que se derivan del marco económico global.
El Perú, por ejemplo, dejó de lado, aunque no contradice, el sistema multilateral y la opción de la OMC. Decidió avanzar rápidamente en los entendimientos bilaterales con los principales actores económicos del mundo. En tal esfuerzo se registraron éxitos indudables de los gobiernos de los presidentes Toledo, García y Humala, acreditando, en tal sentido, la existencia de una política de Estado.
La OMC considera, sin embargo, que es posible, a la luz de los actuales acontecimientos, abordar algunos puntos de la agenda que puedan permitir la facilitación de lo multilateral y el fortalecimiento de ese organismo.
Publicado el 25 de setiembre de 2012 en el diario La Razón.
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