Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
No cabe duda que la señora Nadine Heredia de Humala es un personaje de notoria presencia en la vida nacional. Para bien o para mal, sus actos son materia permanente de observación y análisis por parte de la ciudadanía. Unos sectores la aplauden y la estimulan. Otros, por el contrario, le reprochan lo que consideran un excesivo protagonismo y le atribuyen el papel de una cogobernante en el desempeño de la más alta jerarquía de nuestra organización política.
Da la impresión de que algunos detractores quisieran que la señora Nadine le quitara una letra “n” a su nombre y se quedara en “Nadie”. Es una pretensión excesiva e imposible, puesto que Nadine es esposa de Ollanta, porque ellos lo decidieron así y porque ofrecen al país la imagen de un hogar bien constituido, en el cual seguramente las decisiones domésticas se adoptan en un clima de armonía y de recíproco entendimiento. Ahí sí hay cogobierno. Pero no lo hay ni lo puede haber en el manejo del país, porque el Presidente elegido por los peruanos para gobernarlos es Ollanta.
Pero no puede negarse que Nadine, sin ser cogobernante, es la persona que está más cerca del Presidente de la República y que sus opiniones y consejos pueden tener –y de hecho la tienen– influencia en las determinaciones presidenciales. Pero quien adopta las decisiones presidenciales es el Presidente y no la esposa del Presidente.
La denominada “Primera Dama” no constituye un cargo oficial instalado en el organigrama de la jerarquía política. Bien puede no haber tal Primera Dama si el Presidente de la República es soltero o si es mujer. Esto último bien podría ocurrir a partir del año 2016, ya que dos nombres femeninos figuran en ubicación principalísima en las intenciones de nuestro electorado. Se trata de la señora Keiko Fujimori y de la propia señora Nadine Heredia de Humala, aunque respecto de ella se dice que funcionaría un impedimento legal. Sin embargo, los impedimentos de la ley pueden ser removidos por otra ley.
Pero no quiero adelantarme a un tema todavía distante. Ha sido un importante reconocimiento a su tarea el haber recibido una invitación de la secretaria de Estado de los Estados Unidos de América, señora Hillary Clinton –esposa del ex presidente Bill Clinton– para participar en un encuentro significativo en la capital norteamericana. Es una valiosa distinción a la señora Humala que nos debería complacer a todos los peruanos.
‘Creo que los adversarios políticos del presidente Humala, que persiguen atacarlo por todos los flancos posibles, comenten un error estratégico y además una gran injusticia al hacerlo con el argumento del imaginario cogobierno de su esposa. Dada la aprobación mayoritaria que tiene ésta en la opinión pública, el resultado puede ser inverso a la finalidad que se proponen.
Debo dejar constancia de que, dentro de un ambiente de independencia y recíproco respeto, guardo una especial simpatía por la pareja presidencial que, estoy seguro, es compartida por un sector mayoritario de los peruanos (Con información del diario Expreso).
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