Regresión, 14 años de cualquier ciudadano

El ciudadano se detuvo a considerar lo sucedido en 14 años, y se dio cuenta de que ocurrió un sinfín de cosas que cambiaron la historia de su vida.

Detalló que en ese tiempo tuvo amores encontrados, cambios importantes de trabajo, dos carreras, un posgrado, falleció el padre, la hermana, amigos, familiares y conocidos, viajó. Conoció el amor hacia las mascotas, se agregaron y desagregaron seres queridos.

En fin, concluyó que catorce años es suficiente tiempo para que ocurran cambios significativos. Extrapoló todo lo ocurrido en su vida, y se puso a pensar en lo que puede pasar durante el mismo tiempo con una nación y consideró que sus 14 años eran ínfimos comparados con los cambios de un país.

Cuando analizó ese proceso, se dio cuenta que también en la nación los detalles existen, que puede haber vidas o muertes, que la sociedad o se nutre o se empobrece, que las calles se construyen o destruyen, que los niños tienen juguetes o drogas para calmar su hambre. Que se crían y cultivan a las personas, o se alimenta un centenar de malicia. Que se entiende o se corrompe. Que se escucha o se evade. Que existen oportunidades o pasajes para buscar un mejor camino.

Que el que no compra el pasaje termina conformándose con lo ofrecido y que lo ofrecido puede ser la mayor tristeza o frustración de los ciudadanos, quienes poco a poco se convierten en malvivientes. Que los malvivientes sobran. Que las sobras no llegan ni para los perros. Que los perros no tienen espacio en estas calles. Que estas calles están robando vidas. Que los robos y las vidas no significan nada. Que la nada forma parte del todo. Que el todo, forma parte de lo mismo y al final pensó; que de lo mismo, está cansado.

Fue por todo esto que apostó a cumplir con su deber cívico e intentar establecer un cambio.