Subsidios sí pero plazos de término también

César Gutiérrez Peña

Lo transitorio en manos del Estado se convierte en permanente, con distorsión incorporada; cuando las condiciones que le dieron origen no cambian. Es el caso del manejo del precio de los combustibles en el Perú, que desde el último trimestre del año 2004, se viene haciendo vía el llamado Fondo de Estabilización, que a la larga ha perdido su objetivo. Ha pasado de ser un mecanismo garante de una señal de cotizaciones estables ante la volatilidad internacional, a un subsidio abierto, con costo oneroso para la caja fiscal.

La incógnita es la pertinencia de mantenerlo en el tiempo, mi posición es sí, porque ante gobiernos débiles, como el presente, la presión sobre el valor de los carburantes en las estaciones suele convertirse en un problema más en la congestionada agenda política. Agrego, ahora sí tiene que haber fecha de término y el incentivo para un mejor perfil de precios lo debe poner la competencia con productos importados.

Me explico, hoy las refinerías peruanas venden a precio elevado por necesidad. No se ajusta a la verdad el aserto que son los impuestos los determinantes para esta situación, son parte del problema pero no el tema central.

La necesidad se presenta porque las unidades productivas, tienen el 35% del volumen producido en productos que se cotizan a la par o por debajo del costo del insumo, el crudo. Con el 65% restante que son eminentemente gasolinas y diesel, debe recuperar lo perdido y generar ganancia.

Esta situación cambia con una variación de la configuración de las refinerías, que requiere inversiones billonarias y que vienen anunciándose hace seis años sin avance tangible. De tomarse decisiones de ejecución; que aún no las hay, por los elevados montos de construcción anunciados por parte de la estatal Petroperú; las obras se podrán terminar en el 2016, a duras penas.

Propongo que se les otorgue un semestre a las dos principales refinerías existentes: Talara y La Pampilla, por más que ésta última esté a la venta; para exhibir compromiso  firme de modernización. De no haberlo, que se organice un proceso de competencia para importación de combustibles en volúmenes importantes. Una subasta de demanda para todos aquellos deseosos en comprar a precio competitivo, en el cual deben participar todas las entidades estatales y los privados interesados. Las subastas de compra de electricidad, son buen referente a tomar en cuenta.

El Fondo de Estabilización debería de estar vigente hasta la fecha de la primera subasta, que podría hacerse en un año, de no existir señales de construcción modernizadora de las refinerías. De haberlas, la subasta generadora de competencia, deberá realizarse necesariamente al finalizar el primer año de operación de las unidades modernizadas,  siendo la única manera que sus inversiones garanticen beneficio a la sociedad, por un mejor precio de los combustibles. Si no hay cambios radicales en el sector, no habrá mejoras para los consumidores.