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Martes 09 de octubre 2012

Uh, ah, Chávez aún no se va

Por: Augusto Álvarez Rodrich.
Uh, ah, Chávez aún no se va
Foto: truncadonoticias.com

Pero es un triunfo que solo sería el comienzo del fin.

El nuevo triunfo electoral que obtuvo Hugo Chávez lo habilita para gobernar Venezuela hasta el 2019, con lo cual acumularía más de dos décadas en el poder, pero es probable que lo ocurrido el domingo solo sea el comienzo del fin de su era.

Primero, por razones derivadas del deterioro de su salud como consecuencia del problema cancerígeno que viene sufriendo y que si bien no le impidió realizar una campaña con un rush final impresionante, sí fue un motivo para que no pudiera completar la gira tradicional de una campaña electoral en Venezuela.

Junto con ello, como ocurre en gobiernos de este tipo, marcados por un culto exagerado al líder, no se percibe un segundo ni deseos de mostrarlo debido a la gran desconfianza que caracteriza a estos sistemas pues, eventualmente, el delfín puede convertirse en el sucesor antes de que el gobernante lo desee.

Pero, segundo, aún asumiendo que Chávez tenga la fortaleza suficiente para gobernar pese a su enfermedad, y de que pueda llegar hasta el final del periodo para el que fue elegido, el resultado de la elección del domingo ha determinado que esta vez, a diferencia de los procesos previos, sí salga una oposición más definida y con un respaldo significativo alrededor de la figura política de Henrique Capriles.

Por su juventud, trayectoria y la manera como enfocó su campaña electoral, incluyendo el estupendo discurso que dio en la noche del domingo al aceptar su derrota, Henrique Capriles queda como el líder de una oposición política que no se parece a la tan desprestigiada, por razones bastante legítimas, clase política venezolana.

Esto ocurre, además, en un contexto en el que la política venezolana se ha polarizado y en el que el régimen de Chavez está teniendo serios problemas para enfrentar desafíos como el de la seguridad o una situación económica cada vez más compleja para el ciudadano.

Si este panorama no es enfrentado con una gestión pública eficiente, y teniendo en frente un liderazgo político hoy en día mucho más definido como el de Capriles, el deterioro del respaldo social que Chávez sigue teniendo hasta ahora –tal como quedó reflejado en la elección del domingo– puede acelerarse.

A nivel regional, el triunfo indiscutible de Chávez del domingo en Venezuela significa, junto con la vigencia de Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, o Cristina Fernández en Argentina, la continuidad de los esquemas políticos de autoritarismo competitivo que poco bien le hacen al fortalecimiento indispensable de la institucionalidad democrática en el continente y que en el Perú está, felizmente, desterrado luego del colapso del fujimontesinismo hace más de una década (Con información del diario La República).

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