Sábado 04 de mayo 2024 | Contáctenos
César Gutiérrez Peña, autor de estas líneas
Hay una avidez gubernamental para mostrar como logro político, el tener una petrolera estatal de fuste. Para reforzar la prédica, la pareja que ejerce el poder, adláteres y corifeos; hacen recurrente alusión a las poderosas Petrobras de Brasil y Ecopetrol de Colombia. Hay cuidado en no citar a la venezolana PDVDSA y la mexicana Pemex; políticamente sería contraproducente, por no ser ejemplos a seguir.
Es correcta la aspiración de una empresa energética integrada verticalmente, que es algo superior a una petrolera, camino que siguen brasileños y colombianos en la región y franceses e italianos en el viejo continente. Asimismo es válido que hay un sentido estratégico en estas organizaciones, que lo reconocen hasta los gobiernos de derecha en el mundo. El tema central es conocer la manera de no caer en la senda de PDVSA, Pemex, YPFB de Bolivia e YPF Argentina.
Si se desea eficiencia con la mínima injerencia política posible, la neutralidad absoluta no existe; para pasar de la situación actual de un Petroperú disminuido y con ataduras a una organización fuerte, es indispensable cambios drásticos, que requieren fortaleza de gobierno. Tres son los temas de fondo: salarios atractivos para atraer profesionales de primer nivel; apertura al capital privado pero sin perder el control estatal y tener mecanismos de gestión que generen confianza en el privado.
El cambio del régimen salarial para directivos y ejecutivos tendría que ser significativo, de lo contrario tendremos más de lo mismo. Necesitamos hacer simbiosis con profesionales que estén en el sector privado con otra visión de los negocios, con el consiguiente relevo de gran parte del personal actual. Muy difícil de manejar para un gobierno tan débil, la grita de la turbamulta se le vendría encima y el retroceso estaría cantado.
Para generar confianza en el sector privado lo que conlleva a un aporte de capital significativo, se necesita que los mecanismos de toma de decisiones sean muy limitados para el poder político. Por ejemplo los anuncios de hacer participar a la empresa en gasoductos o etanoductos sin rentabilidad estarían vetados. No veo al “nadinismo-ollantismo” en ese pensamiento, más bien los veo deseosos de ser Petrobras, con manejo de PDVSA.
Cargando...