La Economía y la Agitación

¿Es legítimo aspirar a mejores condiciones de vida? La respuesta es obvia, por supuesto que sí; pero así de incuestionable también resulta que mientras la producción en general no avance y, por consiguiente, los ingresos del Estado tampoco, solicitar mayores beneficios terminará por quebrar el equilibrio macroeconómico y despertar a la inflación, el mayor impuesto ciego para los menos favorecidos.
 
Recientemente, durante las asambleas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, expresó su preocupación por la performance cada vez menor que está registrando la economía china.  Efectivamente, el Dragón parece estar sintiendo los efectos de la crisis internacional, en vista de que la demanda de sus productos de  exportación ha empezado a disminuir.
 
¿Por qué el ministro de Economía tendría que manifestar su inquietud con relación a China?, por el simple hecho de que la economía mundial está cada vez más globalizada y lo que suceda en algún lugar termina afectando a los demás miembros de esta gran comunidad; sobre todo, si China se ha convertido en el primer socio comercial del Perú por su demanda de nuestras materias primas.
 
¿Qué podría implicar para el Perú un crecimiento inferior al 6 por ciento de la economía china?, pues una importante caída de los precios de los metales; por lo tanto, menores ingresos por tributación para el Estado, menores ingresos para las empresas mineras, para los proveedores mineros (caída en los volúmenes de la demanda de producción manufacturera vinculada a dicho sector) y, en consecuencia, menores posibilidades de atención de la demanda social y menores puestos de trabajo y…
 
Asimismo, últimamente, Tania Quispe, Superintendente de la SUNAT, afirmó que la recaudación tributaria habría alcanzado 15.5% del Producto Bruto Interno, como consecuencia de las acciones implementadas por la entidad que lidera.  Precisó que los Ingresos Tributarios del Gobierno Central, en el período comprendido entre Agosto 2010 y Julio 2011, ascendieron a S/. 71,375 millones mientras que, para similar periodo anualizado al 2012 representaron S/. 80,733 millones.  Hasta allí un avance a destacar.
 
Sin embargo, cuando informó sobre la recaudación del Impuesto a la Renta, señaló que el 30 por ciento del mismo proviene del sector minero; es decir, si el sector minero es impactado negativamente por el pobre desempeño de la economía mundial, terminaremos perdiendo todos.
 
Entonces, ¿no hay nada que podamos hacer al respecto?

Sí, afortunadamente tenemos mucho por hacer.  No es que en el mundo no hayan capitales (los hay y en gran cantidad), algunos de ellos son los denominados “capitales golondrinos”, pero también hay de los otros capitales que están a la búsqueda de oportunidades para realizar inversiones directas.
 
¿Cómo atraerlos?

1.         Generar confianza (la economía es una ciencia que responde a la psicología de las personas).  Si los inversionistas sienten que sus capitales están seguros y con una perspectiva razonable de crecimiento, pues invertirán y generarán mayores oportunidades económicas y de empleo para un mayor número de peruanos, reduciéndose aún más los niveles de pobreza; de lo contrario, buscarán otros destinos y tendremos que postergar nuestras expectativas de Bienestar y Desarrollo.
 
Nos hemos preguntado ¿cómo pensarán generar y financiar programas de desarrollo productivo y social quienes, por ejemplo, insisten en su oposición a que el Perú haga uso de una de sus mayores potencialidades económicas, como es la actividad minera?
 
2.         Brindar seguridad física.  Lamentablemente, la destrucción de tres helicópteros por la acción combinada entre el narcotráfico y el terror, sucedido en el helipuerto de Kiteni en el Cusco, demuestra la falencia de nuestro sistema de inteligencia y la vulnerabilidad en que se encuentra el país, más allá del interés directo de la empresa Transportadora de Gas del Perú.  ¿Podemos imaginar lo que significaría que el ducto que transporta el gas que genera el 40 por ciento de la energía que demanda el país resultase interrumpido?, ¿volveremos a los apagones?, incumpliríamos nuestros compromisos de entrega de producción por el daño ocasionado a la industria.
 
Encontrar la línea divisoria que permita identificar y distinguir a quienes aspiran a una legítima reivindicación social de quienes tienen una agenda oculta resulta indispensable.  La presencia en algún sector del magisterio de quienes propugnan la amnistía para los sentenciados por actos subversivos no está ajena a la labor de adoctrinamiento de jóvenes escolares y universitarios.  Si se controla la mente, se controlan las acciones y las acciones se controlan a través del pensamiento.
 
3.         Brindar seguridad jurídica.  Podemos afirmar que la normatividad peruana es adecuada y atractiva para las inversiones.  Sin embargo, si un sector de la ciudadanía no internaliza la trascendencia del respeto a la ley y del Principio de Autoridad –parafraseando a Albert Einstein - nuestro país se convertirá  en un lugar peligroso. Y será no por causa de los que hacen el mal, sino por aquellos que no hacen nada por evitarlo.  Necesitamos que se aplique la ley, y la aplicación de la misma no representa una acción abusiva del Estado, como suelen argumentar quienes vulneran sostenidamente las leyes y, por consiguiente, los derechos de los demás ciudadanos.
 
4.         Estabilidad económica.  Veintidós largos años le ha costado al país reconstruir su economía, distinguirse positivamente respecto de los otros países, ya no solo los de la región, sino ser uno de los pocos países que crece en el mundo.
 
El denominado Estado de Bienestar europeo ha demostrado sus limitaciones, desincentivó la iniciativa de las personas para trabajar, crear e innovar, creyeron tener más derechos que deberes que cumplir.  Se concedieron una jubilación pronta, cuando la expectativa de vida aumentaba y el pensionista terminaba disfrutando tantos o más años de los que había aportado durante su vida laboral.  La “primavera” resultó mientras la fuerza laboral activa fue mayor que la cesante, hasta que quebró.
 
No existen fórmulas mágicas, la consecución de nuestras  expectativas responde a nuestros niveles de producción, a nuestra capacidad para innovar y crear y estos últimos son el correlato de la formación académica que podamos proporcionar a nuestra próxima generación, el recurso humano del país.  Por ello es que la economía, la infiltración ideológica en los movimientos sociales, y, particularmente, en el magisterio no están desligados de nuestro futuro.