"Lo que no te dije Henrique"

Recuerdo haberte conocido hace 14 años cuando apenas iniciabas tu carrera política, y Rafael Galicia te llevaba de la mano orientándote en algo que era prácticamente nuevo para ti, y que fue tu primera aspiración y triunfo a un cargo público como diputado del Congreso de la República por el estado Zulia.

El tiempo que llevas en la política, es prácticamente el mismo que Chávez lleva gobernando. Sin embargo, mientras el Presidente reelegido ha sembrado odio y división, tú has provocado unión y progreso recogiendo esperanzas. Creo que has sumado siempre, porque para eso es un político de profesión. Para eso un servidor público que se da a los demás sin afán de protagonista mesiánico, y tú claramente lo ha cumplido con creces.

Como me comentó un amigo luego de saber los resultados del domingo pasado: "ganamos la convicción para seguir luchando por un camino mejor", y es cierto. No creo que ha sido en vano el esfuerzo que hemos alcanzado, no solo por los más de 6 millones de votos, sino por la seguridad de seguir adelante, con optimismo, a pesar de estar en la misma situación país que tenemos y se ha ido agravado desde hace 14 años. El cambio está en cada uno. Ni siquiera se limita a la población electoral, me refiero a los más de 28 millones de habitantes.

Considero Henrique, que todos los venezolanos debemos sentarnos y con calma reflexionar. Hay cosas que independientemente del gobierno que tengamos y quien lo dirija, tenemos que cambiar cada uno. Tal vez por la idiosincrasia o simplemente por una mala costumbre adquirida a través de pequeños actos que se han forjado como normales. Colarse en una fila; pagarle a alguien para agilizar un trámite; ayudar al prójimo buscando algo a cambio; entre otras, son cosas que debemos erradicar.

La mayoría de los venezolanos pensamos que tú debes seguir siendo líder nacional de la unidad, y no digo de la oposición porque tu labor es para todos por igual, como lo has dicho. No es contradictorio decir que queremos una  sola Venezuela, pero con diferentes opiniones políticas. Qué sabroso sería hacer acciones, y reflexionar antes de acostarse y decir:  "hoy me levanté más temprano para prepararle el desayuno a mi esposa"; "hoy le di las gracias al chofer del autobús que me llevó"; "hoy saludé a mi vecino que apoya al chavismo o a la oposición luego de 5 años sin hablarle"; "hoy compartí mi desayuno con mi compañero de trabajo"; "hoy le llevé un chocolate de regalo a mi hija, en lugar de comprarme un refresco"; "hoy le cedí mi asiento en la camionetica a una señora mayor, a pesar de estar agotado por el trabajo del día": "hoy le sonreí a la vecina chismosa"; "hoy le devolví Bs. 1 que me dio el panadero por equivocación"; "hoy le sostuve la puerta a alguien que venía con unas cajas". Ejemplos como éstos hay miles, y qué grandes seríamos al hacerlos. Los venezolanos queremos leer buenas acciones, que podamos difundir y también imitar. Ya basta de que todo gire en cuanto a política. Cada uno debe pensar qué puede hacer cada día. Algo sencillo. Algo que busque la unión. Tal vez requiera un poco de sacrificio, pero sin salir de lo ordinario. Estos actos son la mayor proeza que uno puede hacer como venezolano para ayudar a los demás a diario. Como decía alguien: ahogar el mal en abundancia de bien.

Por último, como me escribía mi madre el 8 de octubre: "ciertamente después de oír a Capriles y la hermosísima lección que nos dejó anoche, estoy segura...que no nos rendiremos. De él se puede decir como está escrito en Waterloo derrota de Napoleón en Bruselas   la gloria del vencido es más grande que la del vencedor. Si nuestras fuerzas son débiles, nuestros deseos por el cambio del país, son más fuertes, y algún día, como dice la canción podremos ver cómo  se despeja el horizonte en Venezuela.