Después de enemistarse con los mayoristas que son los que hoy llevan los alimentos de la chacra al mercado, la Municipalidad de Lima ha decidido suscribir convenios con los gobiernos regionales para: “generar un espacio en el Gran Mercado Mayorista de Lima para la venta mayorista directa de los productos alimenticios que se cosechan en sus zonas”. Para reemplazar a los mayoristas en esta imprescindible labor, se requiere de la experiencia que la Municipalidad de Lima ha evidenciado no tener porque cree que los gobiernos regionales la tienen.
Además, la Municipalidad de Lima acaba de convertir La Parada en mercado minorista con lo que, perjudicando a consumidores y agricultores, ha permitido que los mayoristas consoliden el control de este mercado que ahora es mayorista y minorista, control que les permitirá seguir comprando, explotando a los agricultores parceleros, sus cosechas en la chacra para vendérselas a otros mayoristas o a minoristas y todo esto sin dejar de ser minoristas. Es decir, teniendo el control absoluto de la cadena de comercialización de alimentos.
Es función de Santa Anita optimizar la cadena de comercialización de alimentos para que vayan desapareciendo los intermediarios innecesarios, quedando solo los necesarios. Con ello, los productos agrícolas costarán menos a las amas de casa y los agricultores, en su mayoría parceleros pobres, recibirán un precio justo por lo que producen. Los desaciertos de la Municipalidad de Lima, gracias a Dios, están postergando la mudanza a Santa Anita, porque postergándola y con buenos asesores se puede evitar que también se muden a ella los vicios comerciales de La Parada. Las marchas y contramarchas de la Municipalidad de Lima, así como su falta de visión de futuro, hacen evidente que el problema le ha quedado grande a los asesores de la alcaldesa.
Señora Susana, con el debido respeto, me permito recomendarle que estudie la posibilidad de postergar oficialmente la mudanza a Santa Anita, para tomarse el tiempo que se requiere para contratar asesores idóneos que puedan lograr que con Santa Anita se eliminen los vicios de comercialización que hoy existen en La Parada. De no ser así, su inmediatismo será responsable por el irremediable fracaso del esfuerzo que, durante más de 30 años, hemos hecho los peruanos para organizar adecuadamente nuestro comercio de alimentos. El Ministerio de Agricultura también es responsable por la eficiencia de la cadena de comercialización de alimentos (Con información del diario Expreso).