En este mes se cumplen 50 años de la denominada “Crisis de los Misiles”, que pudo provocar la Tercera Guerra Mundial, una guerra nuclear.
Luego de la fracasada invasión por parte de los exiliados cubanos apoyados por los norteamericanos de la Bahía de Cochinos; Cuba, para defender su territorio permitió la instalación de misiles nucleares soviéticos, que fueron descubiertos por los aviones espías de Estados Unidos, el 15 de octubre de 1962. Al respecto Fidel Castro dijo: "Tuvimos un derecho soberano de aceptar los misiles. No estábamos violando el Derecho internacional. ¿Por qué hacerlo en secreto como si no tuviéramos el derecho a hacerlo?”
El presidente John F. Kennedy bloquea la isla mientras se acercaba una flota naval soviética enviada por Nikita Khrushchev. El mundo estaba en vilo.
El Papa Juan XXIII alarmado envió un mensaje radial urbi et orbi y a las embajadas de EEUU y de la URSS: “Nosotros suplicamos a todos los gobernantes que no se hagan los sordos a este grito de la humanidad. Que hagan todo lo que esté en su poder para salvaguardar la paz. Evitarán así al mundo los horrores de una guerra, de la que nadie puede prever cuáles serán las terribles consecuencias”.
Ambos países acordaron que sus flotas navales se retiren al mismo tiempo. Que la URSS saque sus misiles de Cuba y que EEUU remueva sus misiles de Turquía.
El Papa Juan XXIII
(*) Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera. Analista internacional
Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 17 de octubre de 2012