Capital humano, crecimiento y desarrollo nacional

En la segunda mitad del siglo XX, el análisis de la relación entre el capital humano y el crecimiento económico adquirió vigencia. El analista De la Fuente (2004), distingue dos formas de relacionar el capital humano y el crecimiento económico: 1) El efecto nivel, que aparece cuando se introduce el stock de capital humano como un argumento adicional en una función de producción agregada; y 2) El efecto tasa, resultado de incluir el stock de capital humano en el modelo como uno de los determinantes de la tasa de progreso técnico, o tasa de crecimiento de la productividad total de los factores (PTF).

Este tema cobra vigencia después de las declaraciones del presidente Humala en la cumbre de APEC. "Perú está dejando de ser considerado un país pequeño”. Por eso, el capital humano  tiene la responsabilidad histórica  de consolidar el crecimiento para que el Perú pueda acceder después a la etapa del  desarrollo nacional. Solo se podrá  llegar a niveles de desarrollo sostenible si se cumple con el crecimiento, que es la primera etapa del desarrollo en los países emergentes.

El problema a es que un  país no puede asegurar que el crecimiento  se mantenga por mucho tiempo si su economía  de crecimiento tiene  como eje estratégico al modelo  exportador de productos primarios. Cuando se presenten  problemas en los   precios de los comodities los países dependientes tendrían que soportar la caída de sus de sus economías. El logro de su visión de potencia, solo se logrará con la  que diversificación de su oferta exportadora. Así se impulsará el desarrollo más acelerado de la industria nacional, que podrá incrementar sus exportaciones con valor agregado.

Reflexiones que coinciden con lo expresado, hace dos años, por Francis Fukuyama en su exposición en la V Cumbre de comercio exterior "Perú futuro: rumbo al primer mundo de los negocios internacionales", organizada por la Cámara de Comercio de Lima (CCL). El analista norteamericano señaló que “actualmente el crecimiento peruano es dependiente de la exportación de minerales, lo cual los deja vulnerables a los cambios que puedan surgir en el intercambio comercial mundial.”

Fukuyama  considera necesario que nuestros exportadores tengan una base exportadora más diversa, que incluya actividades con valor agregado. “Dichas actividades son posibles con inversión en la ecuación y formación del capital humano”, dijo. El proceso de desarrollo en los países más adelantados del mundo, demuestran la relación causa-efecto entre el capital humano y el crecimiento que permite lograr el desarrollo nacional. Exportar es crecer hacia afuera para desarrollar hacia adentro.

Este articulista considera que el Estado debe tener un proyecto estratégico que considere como Misión  desarrollar su capital humano en un horizonte de 20 años, y como Visión, “El Perú en el año 2030 es una potencia mundial desarrollada”.  Para lograr este objetivo es condición sine qua non  una alta inversión en formación del capital humano como recurso estratégico de una política de Estado, en alianza con el sector privado y en concordancia con el Acuerdo Nacional y el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2021.

Despejemos la primera incógnita del problema: ¿Cuál  es el concepto de capital humano? Se trata del conocimiento, las habilidades y el talento, que forman parte de las personas, su salud y la calidad de sus hábitos de trabajo (Becker); Es oportuno señalar que el empresario y el Estado consideran actualmente al capital humano no sólo por el valor de sus conocimientos o recursos intelectuales, sino que incluye también a la persona humana, con  sus intereses, necesidades, emociones, sentimientos y satisfactores.

La otra incógnita de la ecuación es definir qué se entiende por desarrollo nacional. Decimos que es  la capacidad de un país para mejorar el bienestar social de su pueblo, ofreciéndoles excelente condiciones laborales, oportunidades de empleo, acceso a la educación, a una vivienda digna, a la salud y la distribución equitativa de la riqueza nacional; todo esto con un objetivo  de  inclusión social. Se alcanza con un conjunto de políticas que facilitan el crecimiento económico de manera equilibrada y equitativa.

El reto del crecimiento económico

El crecimiento económico se está logrando, entre otros factores, por acción del capital humano que si bien aún no alcanza su máxima expresión, para garantizar un nivel superior de desarrollo, ha cumplido con posicionar al Perú  como un país con presente y futuro. Al respecto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señaló el mes pasado que el Perú “está rumbo a convertirse en una de las grandes economías de Sudamérica y de América Latina, por el crecimiento económico rápido y sostenido que ha registrado en los últimos diez años”.

El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, indicó que “no hay un país en América Latina que muestre un crecimiento como el que ha tenido Perú en los últimos diez años. Incluso alcanzó un crecimiento de 7.5 por ciento, lo cual se parece más a un país asiático”, expreso el funcionario internacional.   “Este liderazgo económico de Perú en la región se acelerará en la medida que el crecimiento llegue a los más pobres y se incida en las políticas de inclusión social”, recalcó.

Por eso, el Perú tiene en la presente década la oportunidad histórica de ejecutar el gran salto cualitativo hacia el desarrollo. Nunca ha estado mejor el Estado que en estas días para consolida su crecimiento y aprovechar la oportunidad que ofrecen las condiciones objetivas de un desarrollo nacional sostenible. El crecimiento tiene que subir en espiral para llegar al desarrollo. No se debe estancar en el círculo vicioso de continuar en crecimiento, cuando ha llegado la etapa de llegar al desarrollo.

El Perú subió seis escalones en el reporte global de competitividad 2012-2013, elaborado por el World Economic Fórum (WEF), pasando del puesto 67 al 61, entre un total de 144 países analizados. Nuestro país tiene la fortaleza de su  crecimiento económico, que le permite aprovechar la oportunidad de posicionarse en el horizonte del desarrollo nacional. Esta estrategia cuenta con un factor clave para alcanzar el desarrollo: el capital humano.

El diagnóstico de la situación demuestra que las mejoras a la situación macroeconómica del país a pesar del  aumento de la inflación, han reforzado esta tendencia al alza, mientras que la situación en la mayoría de los otros factores se ha mantenido estable o ha sufrido un leve deterioro.  Este resultado  ubicó al Perú como uno de los países que avanzó más posiciones este año en la región. Quedando claro que aún no ingresamos al desarrollo.

El capital humano impulsa el crecimiento

El capital humano es un factor clave para el desarrollo nacional porque tanto en el sector público  como en  el privado, han ingresado recursos humanos altamente calificados, que han contribuido al crecimiento económico del país como no sucedía antes de las dos décadas pasadas. El desarrollo de las habilidades humanas de la población peruana es clave para alcanzar el objetivo  de un crecimiento económico sostenido con equidad social.

Por efecto de este empuje, el Perú se encuentra a punto de alcanzar la primera fase del proceso de  desarrollo nacional: 1) mantener el crecimiento económico sostenido, y 2) iniciar la fase del el bienestar  general de la población en los aspectos sociales. Así como los periodos de la historia avanzan desde las etapas más primitivas hasta la civilización, la evolución del estado de crecimiento hasta el estado de desarrollo también es un  progreso continuo que debe llevar al bienestar general.

La mayoría de peruanos piensa que una mejora significativa de la base de capital humano es esencial para potenciar el impacto del crecimiento sobre las oportunidades de empleo de toda la población y para suplir la economía con las habilidades requeridas en una economía global. Un conjunto clave de habilidades genéricas (cognitivas y socio-emocionales) son la base para una fuerza laboral “bien educada” para insertarse en un mercado laboral de la economía del siglo XXI. Esto motiva a que miles de jóvenes peruanos acceden a la educación superior en sus diversos grados académicos.

Los especialistas sostienen que se debe priorizar el desarrollo de estas habilidades en el proceso educativo para determinar la “aptitud para el aprendizaje”, porque son   claves para el crecimiento a largo plazo de la economía. Asimismo, son  importantes para la empleabilidad de la fuerza laboral por ser habilidades, de alto valor en el mercado laboral. También  reactivan a la sociedad para reducir las  brechas en las habilidades genéricas entre los distintos niveles socio-económicos.

Denison (1964), presenta un estudio de la contribución de la educación y la calidad del empleo en el crecimiento de los Estados Unidos. Este autor, sostiene que una mayor educación puede contribuir al crecimiento de dos formas: aumentando la calidad de la fuerza de trabajo con aumento de la tasa de conocimientos vinculado a la producción, y subiendo el índice de  productividad. Es una tarea para el largo plazo. A propósito la frase de Peter Drucker: “La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes”.

La teoría del capital humano, que  fue formulada por el Nobel de economía, Schultz, en la década del 60, plantea la necesidad de una política de igualdad de oportunidades para acceder al sistema educativo. El  resultado es responsabilidad del individuo. Así conseguirá el empleo acorde a su rendimiento y el salario que le corresponda. La competencia será su medida. La globalización genera circuitos mundiales de circulación de bienes, servicios y recursos humanos, que superan las fronteras nacionales, con nuevas exigencias para participar  en el mercado del talento. El Estado, por un lado, y el sector privado, por el otro, tienen la misión  de brindar oportunidades al capital humano.