Banner Tuvivienda
Viernes 29 de marzo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Martes 23 de octubre 2012

Bicameralidad

Por: Grover Pango Vildoso
Bicameralidad
Foto: Andina

Una revista digital nos recuerda que el retorno a la “bicameralidad” está en la agenda legislativa 2012-2013, con el requisito de una modificación constitucional. Para ello el Congreso deberá aprobar el cambio en dos legislaturas ordinarias sucesivas con mayoría superior a dos tercios, o con mayoría absoluta seguida de un referéndum (Art. 206 de la Constitución Política).

Grover Pango Vildoso, autor de estas líneas


Si esto es realizable o no, está por verse.  No faltará quienes ensayen todo tipo de especulaciones acerca de los intereses de los 130 actuales legisladores, con todas sus variantes posibles, como en el ajedrez. Habrá quiénes concluyan en que no es bueno que tengamos esperanzas porque los directamente implicados –los congresistas actuales- se sienten cómodos como están y mejor llevemos la fiesta en paz. También habrá otros desalentados que se niegan a cambio alguno, no porque piensen que así estamos bien, sino porque con dos cámaras estaremos peor.

Nada más triste que renunciar a ser mejores. Si bien es verdad que con el yute jamás se obtiene organza, algunos órganos vivos tienen el maravilloso atributo de regenerarse a sí mismos, como el noble hígado.  Y el Congreso es un organismo vivo donde no faltan, aunque sean pocos, mentes lúcidas y argumentadores eficaces, damas y caballeros,  que deberían empeñarse en una tarea de reconstitución y prestigio que ayude a superar la actual crisis de representación que daña la todavía incipiente democracia de nuestro país.

Debiera quedar claro que la existencia de una Cámara de Senadores no constituye, simplemente, una segunda instancia de la otra Cámara, la de Diputados. A ambas les corresponden tareas distintas que sólo en algunos casos son complementarias, en el objetivo común de cumplir una función legislativa más prolija.

La democracia desde el Poder Legislativo debe garantizarle a la nación que su responsabilidad se toma en serio. Esta seriedad reside tanto en la calidad de su producción legislativa y en la rectitud de su acción fiscalizadora como en el comportamiento personal de los legisladores. Esta esperada democracia necesita ciudadanos que no sucumban ante las tentaciones pedestres o ante esa caricatura grotesca que se alimenta de, oh tragedia, “lo que le gusta a la gente”. Pero también debe residir en el empeño de las agrupaciones políticas para reclutar y proponer a sus representantes más idóneos –y no a los que más aportan-. Del mismo modo a la colectividad corresponde esforzarse en escoger a las representaciones mejor constituidas. Tanta responsabilidad [negativa] hay en los malos candidatos [que logran ganar] como en quienes los eligen [que luego se desentienden de lo que decidieron].

La historia y la solvencia democrática de otros países nos enseñan que con la bicameralidad serán posibles mejores leyes con mayor vigilancia en su cumplimiento, además de una sólida y sustentada capacidad prospectiva en sus decisiones. Para eso se necesitará (a) suprimir el voto preferencial y reemplazarlo por las listas partidarias, forzando la constitución de entidades políticas organizadas eliminando los ocasionales movimientos electorales que se forman, (¡triunfan muchas veces!), pasan y desaparecen sin dejar huella; y (b) se debería reemplazar la elección por distrito único en Senadores para, junto con fortalecer la descentralización, ensayar una fórmula macroregional basada en –por ejemplo- las ya existentes Juntas de Coordinación Interregional que en el Perú son solo cuatro: INTERNOR, CIAM, CENSUR y MACROSUR.

Claro que será difícil recuperar la bicameralidad, pero ocurre que es muy triste renunciar a ser mejores.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
1 comentarios
El día que eso se haga realidad,definitivamente la clase politica habría dado un paso muy importante por la democracia,por la calidad,diriamos casi cientifica del producto de las leyes,en el caso solo del poder legislativo podemos apreciar al margen de la volundad de una sociedad casi sin entender la trasendencia de lo significa el valor como desarrollo y bienestar del pais,razón no falta estamos seguros que los congresistas actuales son concientes que no irradian calidad y sienten verguenza ajena de ese talón de aquiles,que a todas luces no refleja un poder compacto si no más una desilución.
24 de octubre 2012
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan