Por una España sin socialistas

Lo que no puede ser de ninguna manera es que muchos esperaran ayer que Feijóo perdiera la mayoría absoluta para utilizarlo contra Rajoy y que tras la histórica victoria del PP los tramposos socialistas de siempre pretendan decir que se trata sólo de resultados locales y que, de hecho, Alberto Núñez ha procurado durante toda la campaña esconder las siglas de su partido para que los recortes del presidente del Gobierno no le perjudicaran.

El PP ha ganado con brillantez en Galicia y los primeros que tienen que asumir esta victoria como un aval a la presidencia de Rajoy son los que estaban dispuestos a masacrarle en caso de que Feijóo hubiera perdido su mayoría absoluta. Todo, hasta el cinismo de los socialistas, tiene que tener un límite.

En Euskadi el PNV ha ganado y Bildu ha resultado ser la segunda fuerza política. Urkullu, al no disponer de mayoría absoluta, tendrá que mojarse y escoger entre el camino hacia la independencia, y pactar entonces con Bildu; o marear la perdiz con los socialistas, que según todas las informaciones, es lo más probable. Evidentemente, PNV y Urkullu pueden hacer lo que mejor les parezca, pero si pactan con los socialistas directa o indirectamente, que luego no se quejen de España ni de la Constitución porque ésta habrá sido, libre y minuciosamente, su elección.

Tanto en Galicia como en Euskadi, el batacazo del PSOE ha estado a la altura de lo nefastos que son y de lo mal que lo han hecho. Sus recetas fraudulentas y su pésimo estilo, la miseria que han provocado allí donde han gobernado, sus trampas y sus mentiras, y el fracaso con que han destrozado las sociedades que han controlado y tantos millones de vidas, están teniendo por fin su merecido. Hace unos meses fue en el conjunto de España, ayer fue en Euskadi y en Galicia, y dentro de 33 días será en Cataluña.

El PP en cambio se ha lucido en Galicia y en Euskadi ha hecho lo que ha podido, que a pesar de no ser mucho, está por encima de lo que podríamos considerar hacer el ridículo.

Feijóo podrá gobernar tranquilo y todo parece indicar que Urkullu va a huir de los desafíos catalanistas y pactará con el PSE para tener una legislatura más o menos tranquila. Falta ver si eso apacigua a los independentistas, y les reduce, o provoca que en las próximas elecciones muchos vascos abandonen a los nacionalistas, por tibios, y voten independencia de un modo más inequívoco.

Rajoy ha salvado los muebles y Rubalcaba ha perdido hasta la camisa. La única buena, fantástica noticia en estos tiempos de crisis, es la desintegración implacable y progresiva del PSOE, después de lo mucho que nos han perjudicado y empobrecido sus políticas. Y su ignominia.

Nota publicada en elmundo.es/blogs/elmundo/guantanamo