Banner Tuvivienda
Viernes 03 de mayo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Martes 23 de octubre 2012

El cultivo del amor es la necesidad más grande

Por: Sathya Sai Baba
El cultivo del amor es la necesidad más grande
Foto: Difusión


Sathya Sai Baba

“¡Encarnaciones del Alma Sagrada!

“¿De qué valor es la adquisición de todo el conocimiento en el mundo, si no hay carácter? El conocimiento se ha multiplicado y con él los deseos han crecido. El resultado es que uno es un héroe en palabras, pero un cero en acción. ¿De qué sirve adquirir inteligencia y destrezas, si ni siquiera una pequeña fracción de lo que se aprende se pone en práctica?”

“La rectitud está basada en la verdad. La verdad es el corazón del habla. La verdad lo es todo.”

“¡Encarnaciones del Amor! La verdad es la bella mansión de Dios. La rectitud está firmemente establecida en la verdad.”

Las nueve gemas que se deben atesorar

“La verdad, la caridad, la austeridad, el sacrificio, la amabilidad, la pureza, la franqueza, el servicio al maestro y el estudio son las nueve gemas que cada buscador de conocimiento debe atesorar. La rectitud, la paz, el amor y la no violencia se encuentran en un estado en el cual la verdad y la bondad prevalecen. La verdad básica es una, pero los sabios la han llamado por muchos nombres. El hombre ideal es aquel que se adhiere a la verdad y no la abandona en ninguna circunstancia. Él vive la verdadera vida. La verdad no existe por el bien de una persona en particular. Trasciende las limitaciones de tiempo, lugar y personalidades. Es el aliento vital para todos los países, para toda la gente, para todos los tiempos. El gran padre de la humanidad, el gran Manu, después de una profunda indagación, análisis y experiencia, le dio su don a la humanidad; “Hablen la verdad, hablen lo agradable. Pero nunca hablen una verdad que sea desagradable. No deben pronunciar una mentira porque puede ser agradable. Ni deben pronunciar una verdad que sea desagradable. Este gran consejo le fue dado por Manu a la humanidad.”
 
El Conocimiento no significa conocimiento libresco

“El hombre puede hacer genuino progreso sólo cuando la idea de que la educación es para ganarse un sustento sea abandonada. La conexión entre educación y trabajo debe ser cortada totalmente. La educación debe ser para la vida, no para un medio de vida. Sólo aquel que hace real esta verdad es una persona verdaderamente educada...” “El conocimiento no significa mero conocimiento libresco. No es la transferencia de los contenidos de los libros al cerebro.”

La educación es para la transformación del corazón.

“El hombre de hoy está orgulloso del poco conocimiento que ha adquirido acerca del mundo físico y alardea de que él lo conoce todo acerca del universo. El verdadero conocimiento es aquel que establece armonía y síntesis entre ciencia por un lado y espiritualidad y ética por el otro. El hombre, por lo tanto, debe desde el principio determinar el verdadero valor de la educación. Hoy en día, debido al notable crecimiento de las ciencias físicas, el hombre tiende a sentir que es altamente sabio. Pero sólo cuando el hombre trate de comprender el conocimiento de las cosas más allá de las ciencias físicas podrá beneficiarse plenamente de éstas últimas. Más allá de la física está la metafísica. Últimamente, algunos han comenzado a darse cuenta de este hecho y se están avocando a una exploración espiritual.”

Nuestra compañía determina nuestro carácter

“Pero aun hoy hay algunas nobles mentes que, aun en la persecución de la ciencia, están explorando las verdades espirituales, analizándolas y tratando de ver cómo éstas pueden ser usadas para transformar al hombre. Newton, después de descubrir la fuerza gravitacional de la tierra, declaró: “Aunque he descubierto la fuerza de la gravedad, la fuerza de la gravedad ha existido desde siempre antes de mi descubrimiento”. También admitió que mientras “He sido capaz de identificar la fuerza de la gravedad, no la creé yo”. Él estaba convencido de que había un creador para la fuerza de la gravedad.

Einstein también, después de sus estudios científicos del funcionamiento de la naturaleza, volteó su mente a asuntos espirituales. Se dio cuenta de que para los objetos espirituales la compañía de buenos hombres era necesaria y que ésta puede transformar la condición humana. Él declaró, “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Esto muestra que somos lo que se determina por el carácter de las personas con las cuales estamos asociados.

Heisenberg, un gran filósofo, después de estudiar varias ciencias, se embarcó en una investigación del nexo entre las ciencias físicas y la espiritualidad. Él descubrió los grandes secretos contenidos en los Yogashastras. Observó, “Domen la mente; sean un genio creador”. Otro científico, Schroedinger, encontró que la ciencia y la espiritualidad estaban integralmente conectadas y que, de hecho, la espiritualidad era la base de la ciencia. También notó que el crecimiento de la ciencia había llevado a una multiplicación de las necesidades, lo cual había traído un debilitamiento de la voluntad e inteligencia del hombre. Él declaró: “Más deseos, más desesperación”… “El ayudar a otros es meritorio.”

La conducta correcta es la única cosa que importa

“Debe realizarse que no importa la erudición que uno pueda poseer, no importa la posición o el nombre que uno pueda ostentar, sin una conducta correcta, todos éstos carecen de sentido. La conducta recta es lo único que realmente importa. Lo que hacen determina lo que obtienen. Por ende deben concentrarse en la conducta correcta. Abandonen los sentimientos estrechos. Amplíen su visión. La verdadera educación puede resumirse en una palabra: AMOR, un amor todo abarcante. Una vida sin amor es peor que la muerte.

El conocimiento mundano es sin duda necesario. Pero no lo es todo. Deben también conocer la verdad básica acerca de la vida y del destino humano. Junto con la adquisición de conocimiento, deben también cultivar las disciplinas del comportamiento correcto tal como el respeto por los mayores, el amor por los padres y el afecto por los amigos. El afecto que muestren debe ser constante, continuo y sin cambio como su respiración.
    
La educación hoy en día es un proceso de llenar la mente con el contenido de libros, el vaciar el contenido en el salón de exámenes y regresar con la cabeza vacía. La verdadera educación consiste en la cultivación del corazón. Lo que aprenden debe volverse parte de todo su ser. Sólo entonces tendrán un sentido de plenitud y establecerán completa armonía en pensamiento, palabra y acción. El país necesita hoy en día personas que lleven vidas así de integrales.”

El cultivo del amor es la necesidad más grande

“La gente en todos los países habla de paz pero sus acciones son contrarias a lo que profesan. Hablan de paz por un lado y mantienen la bomba atómica por el otro. El mundo entero está sufriendo de contaminación ambiental. El hablar de guerras de galaxias contiene la amenaza de contaminación de hasta el espacio exterior. El deseo por la paz debe ser desarrollado en los corazones de los hombres.

El cultivo del amor es la más grande necesidad de hoy en día. Esta vasta asamblea es una manifestación del amor en acción. Aquí están reunidas centenares de miles de personas. ¿Se les enviaron invitaciones? Han venido por amor a Sai y por Sai. De nada sirve adquirir toda clase de conocimientos y llevar a cabo oraciones y meditación si no hay amor en el corazón. Sólo el amor podrá salvar al mundo. ¡Estudiantes, maestros y amantes de la educación! Yo deseo que en su intento por perfeccionar el sistema de educación ustedes provean el amor, la rectitud y los valores morales, pues sólo éstos pueden llevar al país hacia adelante y permitirle recobrar su pasada gloria.”

Extraído del discurso ofrecido por Sathya Sai Baba
el 22 de noviembre de 1985 y publicado en español en la serie de libros
“Mensajes de Sathya Sai”, Vol. XVIII, capitulo 24.
Organización Sri Sathya Sai Baba del Perú.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan