Primera dama lanza canal propio de TV en YouTube.
El lanzamiento de su canal propio en YouTube puede ser expresión de transparencia y modernidad, aunque también de ambición y vanidad, pero en ningún caso le hace bien al gobierno de su esposo.
“Quiero compartir con ustedes nuestro canal oficial de YouTube mediante el cual podrás apreciar también en imágenes las actividades y reuniones que realicemos”, anunció Nadine Heredia en Facebook.
Tras bajar su perfil por la tragedia de Ranrapata, ASPA marcó su vuelta al ruedo y luego le dio la vuelta a este con la foto de Hillary Clinton (probable candidata presidencial 2016) y Michelle Bachelet (candidata 2014) junto ella (¿2016?).
En principio, no debería cuestionarse la iniciativa de alguien con una presencia pública relevante en el país e influencia decisiva en el gobierno como la primera dama, para ofrecer más información de sus actividades. Además, el costo es bajo pues no debe superar el tiempo de su secretario para cargar los videos.
En el caso de Heredia, sin embargo, este tipo de acciones significan llover sobre mojado pues refuerzan la sensación de la necesidad imperiosa que ella tiene por dejar claro su protagonismo en el gobierno, así como por hacer evidente que ella es quien corta el jamón en la administración que preside su marido.
Aprueba designaciones de todo nivel en el gobierno; invita a personas a integrar el gabinete así como a actuar de facilitadores en conflictos; se reúne con empresarios para informar de la política económica; recibe a ministros y funcionarios de alto nivel para revisar sus proyectos y darles luz verde; y, ahora, el propio Presidente la designa supervisora suprema de la inversión pública.
Lo bueno es que Heredia complementa a su esposo al aportar enfoques que este carece y, de paso, ayuda a subirle su popularidad. Lo malo es que la participación desbordada de la primera dama mella la institucionalidad precaria de la estructura de decisiones en el sector público.
Por un lado, menoscaba la autoridad de los ministros –empezando por el premier, quien queda en todo esto como huevo en cebiche– pero, también, la del presidente de la República, a quien, salvo en los asuntos de seguridad y lucha antiterrorista, se le percibe ausente.
Todo lo cual plantea la interrogante que algunos se hacen sobre si Heredia trabaja para el gobierno de su esposo o para su propia candidatura 2016 (la cual, como se ha dicho en este espacio, no sería ética aun si un TC amañado la habilitara).
En realidad, trabaja para ambas cosas pues, sin un gobierno que acabe en buen pie –algo que está por verse–, no sería posible su candidatura. En todo caso, Nadine Channel nos irá informando de las próximas movidas de la primera dama (Con información del diario La República).