Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
La tregua propuesta durante las festividades religiosas de Adha, por (Lakhda) Brahimi, enviado internacional árabe en Siria, fracasó en traer paz y calma a este torturado país. Más de 300 personas murieron el pasado fin de semana. La fuerza aérea, tanques y artillería pesada fueron usadas tanto en Damasco como en otras regiones.
La propuesta Brahimi encontró apoyo en varias partes, especialmente de Turquía e Irán, pero no se materializó, debido a que el régimen sirio da prioridad a su solución “política”, la militar. Es inconcebible aceptar la crueldad de la realidad. Después de 20 meses de sufrimiento continuo, al pueblo sirio no se le concedieron unos cuantos días de supuesta tranquilidad y alivio. Incluso en los niveles políticos y populares, la reacción a la matanza siria es muy floja, muda y confusa, tanto a nivel regional como internacional.
El gobierno de Turquía parece indeciso con su falta de control sobre los grupos de oposición armada siria, y la carencia de un apoyo concreto de Occidente.
El dilema sirio no fue un tema que ocupó mucho espacio en el debate presidencial estadounidense. El presidente (Barack) Obama repitió una y otra vez que los días de (Bashar al) Assad están contados, así como sus declaraciones en este tema.
La postura de Rusia apoyando al régimen sirio se ha fortalecido últimamente. Al-Assad se queda para “supervisar” el manejo de la “solución”, de acuerdo a Moscú. “Su régimen ofrece protección a las minorías”, un lenguaje utilizado por la Rusia zarista del siglo XIX.
El tiempo dirá el precio de estas minorías, cuando las negociaciones y el regateo internacional tengan lugar.
La misión de Brahimi no tiene, hasta ahora, elementos para su éxito. Su tarea en Líbano en 1989 tuvo un sólido apoyo regional e internacional. Todos los partidos locales estaban cansados entonces de las largas guerras. Hoy en día nada de esto está disponible. El apoyo de la legalidad internacional no se logró en el Consejo de Seguridad, y a nivel regional el de Egipto, Turquía e Irán se quedó en lo verbal.
El conflicto sirio no ha madurado aún; es interno, entre la mayoría del pueblo sirio y su régimen, que se ha convertido en sectorial después de ser reformista. Es regional entre aquellos que se proclaman a sí mismos, antiimperialistas: Irán, Al-Assad, Hezbolá eje contra aquellos opuestos a la dominación de Irán sobre el mundo árabe— Arabia Saudita y los países del Golfo, Egipto, Turquía y países de África del Norte… Se ha convertido prácticamente en una confrontación entre chiítas y sunitas.
En lo internacional, el conflicto sirio está entre Estados Unidos e Irán, y entre Estados Unidos y Rusia. Todo esto, además de las divisiones internas de la oposición siria dentro y fuera del país, entre aquellos que están en el interior y entre los que están en el extranjero.
El fracaso de Brahimi no es debido a su falta de capacidad o experiencia. Las condiciones locales, regionales e internacionales no lo han favorecido. Los sirios vivirán más destrucción y sufrimiento en su futuro cercano. Su crisis se está expandiendo; los choques militares son cotidianos en las fronteras con Turquía y Jordania.
En Líbano, el asesinato del general Wisam Al Hassan, el 19 de octubre pasado, por un atentado en coche bomba, fue vinculado con el régimen sirio. La tensión ha escalado entre los pro y anti régimen de Al-Assad. Todos los esfuerzos regionales e internacionales se encuentran dispuestos para contener la situación y evitar otra terrible y mortal guerra entre libaneses nuevamente.
Después de este fallido intento de una tregua para Siria, Brahimi consultará con los líderes rusos en Moscú este lunes. Posteriormente, visitará Beijing. Hay pláticas sobre “nuevas ideas” que él propondrá al Consejo de Seguridad la próxima semana. Mientras tanto, el derrame de sangre sirio continuará…
* El autor fue embajador de Líbano en México entre 1999 y 2011
Nota publicada en eluniversalmas.com.mx
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