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REDES SOCIALES
Viernes 02 de noviembre 2012

El caso del Mercado de La Parada o cómo la prepotencia se tiñó de sangre

Por: Estuardo A. Muñiz Estrada
El caso del Mercado de La Parada o cómo la prepotencia se tiñó de sangre
Foto: Difusión

La Parada está situada en una zona deprimida y populosa del distrito de La Victoria en la que habitan personas honestas y trabajadoras que superviven con la delincuencia. Como todo barrio pobre no tiene o tiene precarios servicios públicos, entre ellos el de seguridad;  hay horas del día en que la delincuencia campea libremente y la policía o el serenazgo brillan por su ausencia. la población honesta- que es mayoría- ha aprendido a sobrevivir con valentía ante el desamparo del Estado. Sus calles están llenas de basura y roedores. La Municipalidad de la Victoria no recoge los desperdicios pero sí cobra a los ambulantes que venden alrededor del mercado.

Desde 1945 existe el mercado mayorista de La Parada que es administrado por EMMSA, empresa municipal. Este mercado constituye el centro neurálgico de la zona. Según  información oficial de la web de EMMSA, trabajan 756 comerciantes mayoristas formales (concesionarios), un número indeterminado de mayoristas informales trabajan en los corralones adjuntos, 3,400 trabajadores entre estibadores y transportistas manuales y gran número de ambulantes, la mayoría mujeres, que venden al por menor en las afueras del mercado.

Como se observa dicho centro de abastos hace tiempo que ha colapsado, por ello, al haberse culminado la I Etapa del mercado de Santa Anita, se ha programado el traslado de las actividades mayoristas a dicho mercado. En Santa Anita no se permitirá el mercadeo al por menor, quedando sin trabajo los comerciantes ambulantes de la paradita, tampoco se requerirá de estibadores ni transportistas manuales dado sus “modernos” métodos de manipuleo de mercancías. Por lo tanto al cerrar La Parada se dejará sin ocupación a un gran número de trabajadores, razón por la cual se oponían al traslado y querían conversar con la Municipalidad de Lima para buscar una alternativa.


Las promesas incumplidas

Durante la última campaña municipal, cuando la candidata Villarán visitó La Parada prometió a los comerciantes que, de ser elegida, los ayudaría a la privatización del Mercado Mayorista Nº 1, así mismo en sus sucesivas presentaciones denunciaba que el Mercado Santa Anita no estaba terminado y que de ser elegida el traslado se realizaría cuando esté culminado. Ya ungida como alcaldesa, inició las llamadas mesas de diálogo, hoy tan de moda, con los comerciantes de La Parada; pero en dichas mesas no se llegó a ningún acuerdo. La MML las utilizó para ablandar a la otra parte, es decir dejaron hablar a los comerciantes e impusieron sus propuestas; lógicamente las conversaciones fracasaron. Paralelo a ello comenzó la guerra fría, se dijo que desalojarían a los comerciantes, después que no los desalojarían, que todos pasarían a Santa Anita, después que sólo los mayoristas, etc.

Los terribles sucesos del fin de semana del 25 al 27 de octubre llenaron de violencia y sangre las calles, ante una población que impotente aceptaba como el Estado cerraba con su centro de trabajo, anulaba sus honradas posibilidades de sobrevivencia y los encerraban entre bloques de cemento y zanjas, cual moderno  gueto que nunca se ha visto en el Perú.

Los días de la prepotencia y vergüenza

Día jueves 25, 14 horas. Por esas horas el mercado había disminuido su actividad pero todavía había descarga de camiones. Afuera el comercio minorista se desarrollaba normalmente. Los niños salían de los colegios, no había novedad en las calles, a unas cuadras el centro comercial Gamarra mantenía su cotidiano dinamismo. Sin previo aviso y sorpresivamente, como si el Estado hubiera dispuesto un ataque al enemigo, llegaron 1,300 policías y 80 jinetes de la policía montada acompañados con grandes tráileres cargados de bloques de cemento para cerrar las vías de acceso al mercado e impedir que lleguen los camiones con mercaderías. El objetivo era claro: sitiar el mercado para que éste muera de inanición.

Al producirse los primeros desplazamientos la policía tuvo la oposición de los habitantes de la zona, entre ellos los trabajadores del mercado, que reaccionaban a la prepotencia de la acción. La policía respondió con bombas lacrimógenas y violencia creando una situación de pánico en toda la zona. Las casas y los colegios se llenaron de gases. Niños, madres y ancianos lloraban. Todos corrían. Poco a poco fueron llegando grupos delincuenciales que fueron tomando la conducción de la reacción. Los comerciantes se encerraron en el mercado, los pobladores buscaban llorando a sus parientes entre gases lacrimógenos, balazos, piedras, relinchos de caballos, gritos y lamentos.

Se fueron creando focos de enfrentamientos entre pobladores agitados por los delincuentes y la policía que retrocedía hasta quedar vergonzosamente arrinconada. Controlada la situación por los delincuentes se iniciaron los saqueos a los negocios aledaños sobre todo en la zona comercial de Gamarra. El saldo de ese día, según la prensa, fue: 2 civiles muertos, 44 civiles y 66 policías heridos y un barrio, el de La Parada, envuelto en miedo y pánico. Un operativo ordenado por la Municipalidad Metropolitana de Lima- por su alcaldesa que a la sazón se encontraba en Nueva York- y conducido por un coronel de la policía nacional.

Día sábado 27, 11 horas. En los días siguientes al jueves, la actividad comercial fue recobrando su dinamismo aunque con el miedo que en cualquier momento algo podría pasar. Como en efecto pasó. Más de 3,000 policías dirigidos por su Director General irrumpieron en los alrededores del mercado acompañados con tanquetas, ambulancias, unidades de bomberos, tráileres con los bloques de cemento y maquinaria para hacer las zanjas y ejecutar el sitio al mercado que había dispuesto la MML. Exhortaron a los ambulantes a retirarse mientras se producía un cierra puertas en el mercado y viviendas de la zona, algunos trabajadores y pequeños grupos de violentistas opusieron resistencia los que primero fueron reprimidos con gases lacrimógenos y luego con armas, dicen, no letales aunque murieron 2 civiles. Hubo 5 heridos, con los rostros ensangrentados y cerca de 110 detenidos. El operativo fue “exitoso”, se colocaron los bloques de obstrucción y se rompió el asfalto dejando grandes zanjas para impedir el acceso al mercado de los camiones con productos. Triunfó el “principio de autoridad” impuesto a sangre y fuego.

Epílogo

Es muy censurable la decisión tomada por la Municipalidad Metropolitana de Lima y su alcaldesa de cerrar un centro de labores como el mercado mayorista de La Parada, sin medir las consecuencias sociales y sin ofrecer alternativas a la gran mayoría de los trabajadores perjudicados. Así como también la decisión de sitiar con bloques y zanjas sus alrededores, autorizando para ello el uso de la fuerza sin tomar en cuenta la densidad poblacional del área de influencia del mercado, sin respetar los derechos de los ciudadanos y ciudadanas que viven en la zona y poniendo en riesgo sus vidas. Es lamentable observar como autoridades elegidas por el pueblo, imponen sus decisiones con el uso de la fuerza a despecho un diálogo fructífero con los afectados.

Es reprochable el comportamiento de los altos mandos policiales que, a pesar de conocer la zona, el día jueves 25 con negligencia y desconsideración dispusieron el operativo con las lamentables consecuencias de vidas humanas y un alto número de heridos, civiles y policiales. Los hechos acaecidos no deben quedar impunes, una seria investigación debe identificar a los responsables de las decisiones, de la conducción del operativo y de los delitos cometidos durante el operativo.

Se rechazan los juicios y adjetivos con que las autoridades, medios de prensa y algunos de los usuarios de redes sociales se refieren cuando hablan de los pobladores de la zona de La Parada, metiendo en un mismo saco a delincuentes y a hombres y mujeres, ancianos y niños honestos y trabajadores. La Victoria ha sido y es cuna de hombres y mujeres probos, ejemplares y patriotas.

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COMENTARIOS
3 comentarios
¡¡¡ Son hombres que aman y luchan.
Llevados por un cruel destino:
LA EXTREMA POBREZA
Sé más humano, demuestra nobleza
y asi encontremos la Paz y la Dicha!!!
Es el mensaje de Chacalón en su canción,
quien sin tener un cargo político ayudó a
mucha gente de los cerros en su más
infinita pobreza, por ello se decía que
cuando Chacalon cantaba,
los cerros bajaban a oirlo,porque ese
si era un gran ser humano que nació y vivió
conjuntamente con ésa gente dela
EXTREMA POBREZA, los que hoy en dia
se hallan desválidos sin trabajo
SIN ESPERANZA y sin tener dinero
para comprar un local,
por f
19 de noviembre 2012
..Es el mensaje de Chacalón en su canción,
quien sin tener un cargo político ayudó a
mucha gente de los cerros en su más
infinita pobreza, por ello se decía que
cuando Chacalon cantaba,
los cerros bajaban a oirlo,porque ese
si era un gran ser humano que nació y vivió
conjuntamente con ésa gente dela
EXTREMA POBREZA, los que hoy en dia
se hallan desválidos sin trabajo
SIN ESPERANZA y sin tener dinero
para comprar un local,
por favor que les dén un espacio
en Santa Anita,para que puedan vender
sus productos y poder DAR DE COMER
A SUS HIJOS.No generemos más violencia.
¿Acaso la Defensor
19 de noviembre 2012
..por favor que les dén un espacio
en Santa Anita,para que puedan vender
sus productos y poder DAR DE COMER
A SUS HIJOS.No generemos más violencia.
¿Acaso la Defensoria del Pueblo no es
para el Pueblo?Dios nos va a castigar por
no ser HUMANOS.
¿¿Donde están los Derechos Humanos??
¿¿Acaso existe sólo para los que tienen plata??
19 de noviembre 2012
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