La falta de reflejos de la Cancillería en manos ajenas al servicio diplomático y algunos representantes políticos del Perú en el extranjero, están permitiendo que la organización de fachada de SL - Movadef, refuerce su campaña de propaganda, orquestada –qué duda cabe– desde la Base Naval y Chorrillos, para liberar a su nefasto líder.
El Servicio Diplomático, es la primera y principal coraza que protege los intereses del Estado peruano, frente a los intereses de otros Estados u organizaciones. La segunda coraza son las FFAA del país. ¿Se debe designar, para cargos diplomáticos, a personajes solo por coincidencias ideológicas, amistad y conveniencia política?
Lo sucedido en Buenos Aires y D.F México puede considerarse dentro de este contexto, una grave afrenta al Estado peruano, que afecta externamente las inversiones e internamente su desarrollo y crecimiento económico.
De un tiempo a esta parte, el país ha retrocedido más que avanzado en su lucha contra el terrorismo y el TID, los resultados en el VRAEM son elocuentes. Los hijos ideológicos de la mal denominada “Cuarta espada de la revolución mundial” se han percatado de esta debilidad y están arrinconando al Estado peruano contra la pared y no le dejan margen de maniobra. ¿Lo permitirá este gobierno?
Nuevamente, 30 millones de peruanos, respiran aires de inseguridad y violencia. Mientras las ONG de DDHH y la corte de caviares enquistados en la administración pública, con nexos en la CIDH y los medios de comunicación, continúan su campaña de demolición en un escenario que, amenaza cobrar una factura muy grande a todos los peruanos.
Nota publicada en larazon.com.pe