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Sábado 10 de noviembre 2012

El triunfo de Obama

Por: Enriqueta Cabrera
El triunfo de Obama
Foto: salon.com

La victoria del presidente Barack Obama para un segundo mandato fue mucho menos cerrada en términos de votos electorales de lo que se había previsto. Destaca el hecho de que ganó en todos los estados en que lo hizo en 2008 con excepción de Indiana y Carolina del Norte. Ganó los estados más competidos en juego: Florida, Ohio, Virginia. En medio de una crisis no superada esto no es una cuestión menor. Decía el New York Times que la primera vez Obama obtuvo una victoria y lo que vemos ahora es una nueva tendencia. Y se dio en una elección caracterizada por sumas impensables de dinero que financiaron campanas, por el alud inédito de mensajes televisivos que atacaban por todos los flancos al presidente presentándolo como el político que no podía vencer el declive económico y el desempleo.

Pero sobre todo en su triunfo hay varios hechos históricos: el primer presidente afroamericano es reelecto en una contienda electoral en la que la disputa no fue como en los viejos tiempos sólo entre dos partidos (el Demócrata y el Republicano) cuyas políticas eran muy similares. La del 6 de noviembre fue una elección entre dos modelos de país, una elección en la que uno de los candidatos, Obama, reconocía plenamente e integraba en su discurso de campana la nueva demografía estadounidense y el otro, Romney, se aferraba al país conservador de blancos de mediana edad que pronto serán minoría. Uno miraba hacia adelante y el otro hacia atrás, el discurso social de Obama adquirió un peso importante. Los latinos, las mujeres y los jóvenes pesaron en el triunfo de Obama. El apoyo de los latinos superó el 71 por ciento y fue clave en los votos electorales para Obama en algunos de los estados más competidos como Florida, Nevada y Colorado.

Los demócratas mantuvieron y ampliaron su mayoría en el Senado, no recuperaron la Cámara de Representantes donde se mantendrán en sus escaños los legisladores electos en 2010 hasta 2014. Pero destaca el hecho de que entre los demócratas ganaron los más progresistas y entre los republicanos perdieron los más conservadores. Asunto de entender lo que podrá ser una nueva dinámica política en Estados Unidos. La fractura del bipartidismo tradicional estadounidense estuvo en el centro de la elección como lo estará en los próximos debates en torno al déficit y los impuestos.

La elección presidencial y legislativa del 6 de noviembre tuvo lugar en un entorno sumamente adverso para Obama en la que su adversario lo acusaba del desempleo y la difícil situación económica por la que atraviesa Estados Unidos, en la que para el electorado el tema principal era la economía y el desempleo. Y a pesar de ello, Obama logró reelegirse con un desempleo superior al 7%, sólo Franklin D. Roosevelt lo había logrado anteriormente. En el mundo, todos los partidos y presidentes que gobernaron durante la crisis, perdieron la elección.

La hazaña de Obama no fue menor, se caracterizó por nuevas formas de hacer política movilizando al electorado a través de un auténtico ejército de voluntarios —660,000 en todo el país— con el que el presidente-candidato tuvo un contacto permanente.

No será fácil avanzar, Obama ganó en un país dividido y a un partido Republicano que enfrenta lo que puede ser considerada la mayor crisis de su historia, con un bipartidismo fracturado que hará muy difícil llegar a acuerdos en los próximos meses. Mike Murphy, estratega republicano, advertía la noche de la derrota que no entendieron el cambio demográfico y que se adoptó un modelo perdedor. ¿Qué sucederá con el extremismo del Tea Party y el bloqueo en la Cámara de Representantes?

Nota publicada en eluniversalmas.com.mx

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