De tumbo en tumbo…

Luego de conocer a través de los medios las listas de candidatos a la Asamblea Nacional que han presentado la mayoría de movimientos políticos, debo reconocer que me siento decepcionado.

Para evitar la generalización que tanto daño hace, quiero precisar que sí existen en las listas algunos nombres muy valiosos y trajinados en la política y otros nuevos también valiosos, pero que lamentablemente son una triste minoría.

La gran mayoría de los candidatos, entre modelos, actores de TV y deportistas, muy respetables en sus diferentes disciplinas, son una muestra palpable de la miopía de nuestros líderes políticos que no han aprendido la lección que la revolución ciudadana debería haberles enseñado en estos casi seis años.

Al parecer no han entendido que mientras no haya un cambio radical en la forma de hacer política en el Ecuador seguiremos dependiendo del aumento del bono de la pobreza o del reparto de camisetas, o de las nuevas carreteras, puentes o alcantarillado al momento de ganar o perder una elección.

No han entendido que el éxito de Correa y su tropa se debe fundamentalmente a los errores de una oposición que se llama así no porque realmente actúe coherentemente como tal, sino simplemente porque no está a su lado.

No han entendido que Correa ha conseguido mayorías en la Asamblea directa o indirectamente para los temas importantes de su agenda de gobierno, gracias a los votos que ha “virado” y que los ha virado debido a la falta de idoneidad ética y académica de quienes son escogidos para las elecciones por cualquier mérito, menos por los necesarios, por los que demanda una patria asolada por la corrupción y la mediocridad.

Se han quejado amargamente de la corrupción de este gobierno, de la falta de democracia, de los abusos del poder, de la inercia de la Asamblea Nacional; y ahora que Correa llega a esta elección con los índices de aceptación más bajos desde el 2007, ¿qué hacen?

Justo ahora que el país podría valorar a gente nueva, preparada, con un discurso serio y bien elaborado, con valores sólidos a prueba de las tentaciones del poder total, ¿qué tenemos?

Sí, hay algunos nombres valiosos, pero solo algunos pocos. El resto, gente seguramente con buenas intenciones, pero absolutamente improvisada, justo en momentos en que la patria necesita a los mejores para levantar del lodazal al poder Legislativo.

Como contraste, Alianza PAIS, por lo menos, ha buscado lo mejor que tiene en sus filas para encabezar las listas. Ministros, asambleístas preparados o curtidos en estas lides y uno que otro viejo político reciclado.

Puedo discrepar ideológicamente con muchos de ellos, incluso puedo cuestionar sus ejecutorias en estos últimos seis años, pero ellos van con lo mejor que tienen a la guerra.

Claro que una de las razones para este desfile de figuras del espectáculo en las listas de asambleístas de oposición es la restricción en la promoción de candidatos en los medios, perversamente maquinado por los verdes.

Pero ¿de qué les sirve captar una curul si a la vuelta de la esquina la curul se vuelve verde a la primera oferta?

La clase política está demostrando que aún no hemos tocado fondo. Así las cosas, tendremos Correa para largo. Pobre país.