Alan García ni ha dado empleo seguro (y de calidad) ni ha creado tanta infraestructura como lo afirma. Y es falso que ser socialista democrata sea ser neoliberal. Eso se lo creen este Plácido y los "militantes formateados".
Si la política se redujera solo a empleo mal pagado (salario mínimo y sin garantías ni prestaciones) y puentes y asfalto, entonces estaríamos en el siglo XIX, cuando se explotaba a la gente y los trabajadores mientras se enbellecían las grandes ciudades con monumentos, teatros, alamedas.
Era una versión del conocido "pan y circo", que Alan García ha asumido en reemplazo de "pan y libertad".
Esta fea derechización de García, lo coloca como uno de los ex presidentes más oscuros y reaccionarios de América Latina. No es un jefe de Estado ni un líder que inspire progreso. Es un empleado de lobis y transnacionales, un broker, un nuevo rico que se averguenza de sus orígenes y de "su partido", el APRA, al cual nunca nombra, ni cita. Al cual ningunea e ignora. Toda la gloria del "alto crecimiento" es solo para él.
García ya no es aprista, ni socialdemocrata ni nada parecido. Jamás solucionará nada, no resolverá los problemas del Perú ni impulsará su progreso que no solo es material sino fundamentalmente social. García cree que los pobres son los únicos responsables de su situación, que los empleos mal pagados se deben a que los peruanos son malos trabajadores, que la inversión en educación, salud, seguridad social, es un enorme cuento chino. Que el estado no debe ser soberano, que la nación es ficción, en fin, García se está vengando no solo del APRA, sino del Perú popular que lo abandonó cuando fue perseguido en los años noventa.
Sus críticas a Argentina y Venezuela no son serias. Son parciales y omiten los logros sociales, porque García cree que son una pérdida de tiempo.
La economía peruana depende de China y su demanda de minerales. Y China es una dictadura de partido único dirigido por una élite empresarial-militar-política que no permite huelgas, ni libre afiliación sindical, que retringe el movimiento ciudadano, que controla los salarios a la baja y que penetra colonialmente a América Latina, Africa y Asia en búsqueda de materias primas, usando su influencia y dinero para corromper jefes de estado, subordinar políticos y manejar la zanahoria de su "modelo", del cual se considera García "discípulo", sin separar el grano de la mazorca.
¿Alguien sigue creyendo en este sujeto?. En el 2016 será candidato de la derecha, con el PAP de Jorge del Castillo de furgón de cola. Será el frente de la derecha bruta y achorada liderada por el "carisma" y el apoyo mediático.
Afirma, refiriendose al gasto social "Yo no creo en eso, porque ya dejé hace tiempo la demagogia y las formas falsas de inflar un crecimiento que no tiene sostén”...¿Mayor reconocimiento personal que lo realizado en los años ochenta fue puro aventurerismo? El problema es que hizo retroceder al Perú décadas y mando al 10% de la población al exterior. ¿Asi nomás admite que fue un demagogo y no pasa nada?...El Alanismo es toda una patología política.
Sobre el "Acuerdo del Pacífico" se está construyendo un mito. Es un acuerdo para que los empresarios relicen alianzas y compitan en la región Asia-Pacífico con alguna probabilidad seria de ganar. Eso es todo. No hay más, ni siquiera un bloque ideológico que fue rechazado por México y Perú hace unas semanas ante Hilary Clinton. Además ´México, Chile y también Perú participan del MERCOSUR, como observadores que buscan complementar sus economías.
Alan García está construyendo un mito para incautos y "formateados".